El futbolista español Juan Usatorre, que nació en Moscú en 1941, triunfó en el Dinamo Minsk a principios de los años 60 del siglo pasado, éxitos que le llevaron a vestir la camiseta de la selección soviética en diez ocasiones.

"El hecho de que la selección de la Unión Soviética lo convocara siendo español dice todo sobre su clase como futbolista. Llegó a jugar con Lev Yashin", legendario guardameta más conocido como "la Araña Negra", aseguró su hermana, Carmen Usatorre.

Carmen conserva varias fotos del central, hijo de exiliados políticos que dejó una huella imborrable a su paso por algunos de los mejores equipos del país: Torpedo, Spartak, Lokomotiv y, por supuesto, el Dinamo Minsk, el mejor equipo de Bielorrusia.

Como buen español de origen vasco, "Juancho" soñó con ser una estrella del fútbol y a fe que lo logró, como lo atestiguan muchos futbolistas soviéticos que compartieron vestuario o se enfrentaron a él en los terrenos de juego.

"Lo recuerdo muy bien. Juan era un central con mucha clase. Era muy alto y jugaba magníficamente de cabeza. Siempre que podía, se sumaba al ataque, algo poco habitual entonces", comentó Víctor Ponedelnik.

Ponedelnik, autor del gol de la victoria de la URSS en la final de la primera Eurocopa de 1960, asegura que "Juan era un central moderno, adelantado a su tiempo".

Su hermana recuerda emocionada como en algunas ocasiones Juan se escapaba de la escuela moscovita en la que cursaba estudios para jugar al fútbol o ver partidos.

"El profesor de gimnasia, que era seleccionador de juveniles, fue el primero en fijarse en él. Primero, se lo llevó a Yaroslavl, un club de la segunda división rusa y después a Bielorrusia", dijo.

Carmen Usatorre recuerda que poco después ya fue fichado por el Dinamo Minsk, el único equipo bielorruso que militaba en la primera división soviética.

"Jugó tres temporadas en Minsk (1962-65). Era muy querido. Quizás por ser español, por tener un apellido diferente o por ser muy alto (1,85 metros) y guapo. El caso es que era muy popular entre los aficionados y la prensa", relata.

Sus grandes actuaciones para el Dinamo, donde jugó 108 partidos, llamaron la atención del seleccionador soviético, que lo convocó en diez ocasiones para defender la camiseta de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS)

"Fue internacional, pero sólo disputó partidos amistosos. Incluso fue de gira con la selección por América Latina. Decían que era un jugador muy inteligente, fino y que veía muy bien el campo desde la defensa", comenta.

Según reconocía él mismo en una entrevista concedida a la prensa deportiva española en 1986, Usatorre recordaba con especial orgullo el empate a dos goles logrado en 1965 en el estadio Maracaná ante Brasil con Yashin en la portería.

"Mi apellido era un trabalenguas para los rusos. Actuaba de defensa central, siendo conocido por mi contundencia y agresividad, Quizá por mi sangre española", dijo.

Usatorre colgó las botas al principio de la década de los 70 con amargura, debido a la imposibilidad de disputar encuentros oficiales con la URSS.

"Le dolió muchísimo no ser internacional de manera oficial. La gente, los periodistas y otros futbolistas creían que debía haber jugado. No le dejaron sólo por ser español. Él siempre lo consideró injusto", apunta Carmen.

Ella está convencida aún hoy en día de que esa segregación futbolística fue una cuestión política, "una especie de filtro", y se explica porque "el sistema soviético era entonces muy cerrado y nada flexible".

Al respecto, Ponedelnik señaló: "No puedo entenderlo. En aquella época no había limitaciones de esa clase por parte de la federación internacional".

"Debió de ser alguien en la Unión Soviética quien tomó esa decisión", indicó.

En víspera del partido que enfrentará el viernes en Minsk a la selección de España, actual campeona mundial y europea, a la de Bielorrusia, muchos aún recuerdan a Juan Usatorre.

Uno de los que no ha podido olvidar al español es Iván Sabóstikov, de 71 años, lateral izquierdo del Dinamo, que fue tercer clasificado en la liga soviética en 1963 y subcampeón de copa ante el todopoderoso Spartak.

"Éramos grandes amigos. Él era muy buena gente. Siempre jugaba con el 3 y era un extraordinario defensa. Era muy poderoso de cabeza, justo la faceta en la que nosotros éramos más débiles. Tenía una muy buena técnica de salida del balón. Los delanteros le tenían pavor", recuerda en conversación telefónica.

Al parecer, soñaba con jugar en España, concretamente en el Barcelona, y estaba seguro de que si hubiera jugado en un club europeo, su carrera hubiera sido mucho más exitosa.

"Le hubiera encantado jugar en España. Seguía el fútbol español por la radio o la prensa, porque entonces no se podían ver los partidos por la televisión", dijo.

Usatorre emigró a España con su madre en 1983 y llegó a obtener la ciudadanía de la patria de sus progenitores, pero murió en Barcelona (1989) debido a un sarcoma en una de sus castigadas piernas.

Ahora sus restos yacen enterrados en un cementerio moscovita, junto a su padre, teniente coronel del Ejército republicano, después de una azarosa vida en la que llegó a ser internacional con su país, pero no pudo hacer realidad todos sus sueños como futbolista.