Álvaro Cervera aseguró el viernes, en rueda de prensa, que no ve "un problema" en una teórica pérdida de tensión colectiva en el Tenerife originada por un exceso de confianza. "Sé que no va a pasar", dijo poniendo la mano en el fuego por sus futbolistas. Por si acaso, ayer procuró que nadie se durmiera en el ensayo general previo al partido con el Getafe B. En alguna que otra ocasión alzó la voz para quejarse de que encontraba algo "dispersos" a los jugadores. Debió ser una medida para apretar un poco más las tuercas al grupo. No hubo otros reproches. Es más, felicitó al plantel antes de poner fin a la práctica.

Acto seguido, uno de los titulares fijos, Íñigo Ros, reconoció que Cervera se había mostrado insistente en su propósito de mantener alerta a los futbolistas. "Es normal que lo haga", comentó el tudelano. No obstante, señaló que en el Tenerife no está siendo necesario que el técnico recuerde "demasiado" que no es conveniente caer en la relajación. "Los jugadores llevamos mucho en esta profesión y sabemos que si no tenemos la humildad suficiente, cualquier rival te pasa por encima. Esa es la base para todo lo demás", declaró.

El exmediocentro del Éibar no ocultó que un equipo que lleva "tanto tiempo sin perder" puede tender a acomodarse, pero aclaró que este no es el caso del Tenerife. "Aquí todos somos conscientes de que lo que tenemos que hacer y no vamos a bajar la guardia. Nuestro objetivo es demostrar cada día que queremos mejorar y ganar".

Otro de los intocables en las alineaciones, Luismi Loro, apuntó que el Tenerife intentará, una vez más, "salir enchufado desde el primer minuto". El madrileño confía en que el conjunto blanquiazul deje claras sus intenciones cuando arranque el partido con el filial del Getafe. "Se tiene que ver que queremos ganar nada más empezar", opinó el mediapunta antes de recordar, refiriéndose al único pinchazo de los insulares en el Rodríguez López (1-1), que "el Zamora ya nos complicó las cosas y esa puede ser una referencia".