Vinculada al mundo de la cultura desde su época de funcionaria en el Cabildo de Tenerife, Fidencia Iglesias se despedirá el próximo día 28 de su cargo de concejal en el Ayuntamiento de La Laguna, una etapa de su vida que describe como "fugaz en el tiempo, pero muy fructífera".

-Licenciada en geografía e historia, su trayectoria siempre ha estado marcada por la cultura.

-He estado vinculada a cultura desde mi etapa en el Cabildo, estaba en turismo. En esa época disfracé un proyecto como turismo social para poder traer personas mayores y niños de las zonas más alejadas de la Isla, que nunca habían venido a Santa Cruz. Fue una etapa muy bonita, porque la cultura hay que llevarla a todos los rincones de Tenerife.

-¿De dónde surgió su vinculación con la política?

-Yo era directora del Museo de Historia. En 1999 Ricardo Melchior, que iba como cabeza de lista para el Cabildo, me propuso que lo acompañara. En esa época ya tenía en mente el proyecto del Museo de Historia, porque desde el museo veía una huerta casi abandonada y pensaba lo útil que sería para hacer teatro y conciertos. Decidí aceptar con las condiciones de que me diera Museos y de llevar a cabo esta propuesta.

-¿Considera que ese fue su mayor logro en esa etapa?

-Sí, porque es un complejo que une las calles de Anchieta, Tabares de Cala y San Agustín. Todas confluyen en ese núcleo central que es la huerta. Aunque es un lujo para la ciudad, es poco conocido.

-Ya en ese momento iba a dejar la política, pero apareció en las listas de La Laguna.

-Había cumplido una etapa de mi vida y decidí dejar esa vertiente. Pero cuando la anterior alcaldesa se enteró de que me iba me convenció. Le costó mucho, pero me planteó dos proyectos para que yo los sacase adelante; abrir el teatro Leal y la biblioteca del antiguo Hospital de Dolores. También quería que dinamizase culturalmente La Laguna. Yo le decía que la ayudaba, pero desde fuera. Ella me respondía que me necesitaba ahí por mi vinculación con el mundo de la cultura en La Laguna. Le dije que sí tres días antes de salir las listas.

-¿Cuál fue su primera labor en La Laguna?

-Dinamizar el ex convento Santo Domingo. Creamos "Santo Domingo en Jueves", que continuará pese a que el teatro Leal esté abierto. La programación debía reflejar los gustos de todas las personas del municipio. Creo que hemos cumplido con esta premisa.

-Uno de los retos más importantes fue la reapertura del teatro Leal.

-Fue muy duro. Nunca me imaginé que la apertura del teatro Leal quitara tanto el sueño. Tenía que programar al mismo tiempo que se realizaban las obras, con la incertidumbre de saber si éstas iban a terminar a tiempo para abrir el 18 de septiembre. No había otro día; la Orquesta Sinfónica de Tenerife estaba preparando el Festival de Ópera y Guillermo González acababa de llegar de los Juegos Olímpicos de Pekín. Todo estaba preparado, pero se nos podía desmoronar. El teatro levantó el telón a tiempo y lo hizo con gran ilusión por parte de todos los laguneros.

-¿Considera que fue su mayor reto?

-El teatro Leal lo acepté porque era algo muy importante para La Laguna, este coliseo no es uno más, tiene alma. Muchas generaciones habían vivido sus primeros bailes, se habían enamorado y habían conocido a amigos allí. Eso se palpaba en todos los ciudadanos. Es un orgullo para una tinerfeña, lagunera de adopción, haber contribuido a que el teatro Leal, que es el corazón y el espíritu de la ciudad, volviera a latir.

-¿Considera que el Leal ha supuesto una rivalidad para el teatro Guimerá de Santa Cruz?

-Una de las cosas de las que me he preocupado es de que el Leal no sea competitivo con el Guimerá, porque somos dos espacios culturales que nos debemos complementar pues estamos a nueve kilómetros de distancia.

-Otro reto fue la biblioteca del antiguo Hospital de Dolores.

-Esta era una labor muy complicada, porque el edificio era del Cabildo y la restauración también. Había que firmar los convenios para poder trasladarnos y eso tarda un poco. Pero yo decidí poner una fecha, en contra de la opinión del director; el 11 de diciembre contra viento y marea. Lo logramos abrir, y ha conseguido un lleno absoluto desde el primer día.

-Otra iniciativa era llevar la cultura a los barrios.

-Se ha cumplido bastante. Un ejemplo es "La Laguna Acción", un proyecto que empezó el año pasado de experiencia piloto en Bajamar, La Cuesta, Taco, Valle Guerra y San Jerónimo. El éxito de afluencia fue tal que repetimos este año en más lugares.

-El teatro Real Unión de Tejina también ha podido abrir sus puertas.

-Este espacio costó un poco más. Hay que buscar una programación adecuada a sus gustos, porque lo que triunfa en La Laguna o en Santa Cruz a veces no lo consigue allí. En este sentido una de las cosas que dejo terminada es un estudio sobre los gustos culturales de cada zona del municipio.

-Ha cumplido todos sus compromisos con éxito, pero abandona su cargo...

-He cumplido una etapa y una vez logrados los objetivos con los que me comprometí con Ana Oramas creo que es el momento adecuado. Yo no me voy porque esté en desacuerdo con el actual alcalde; es una bellísima persona que lo está haciendo muy bien y que lo hará mejor. Yo no iba a seguir y había que darle el margen suficiente al alcalde para que conforme su próxima candidatura. No seis meses, sino media legislatura.

-¿Lo tenía decidido desde el comienzo de su actividad?

-Yo me iba en 2007 y la alcaldesa me convenció con buenos planteamientos. El reto era bonito y me siento muy orgullosa de haber colaborado en la apertura del Leal y de la Biblioteca, en que Santo Domingo sea un espacio cultural con movimiento y en que en los barrios también haya actividad. Hay gente joven que tiene ideas más frescas y novedosas, y hay que darles una oportunidad. Además, tengo proyectos aparcados desde hace tiempo, y ha llegado el momento de recuperarlos. No sólo de investigación, sino que también mi familia, porque quiero recuperar un poco la vida familiar; tengo tres nietos, y quiero verles crecer.

-Declaró que continuará colaborando con Coalición Canaria.

-Cosas para ayudar sí haré, pero desde otro lugar. La política es buena en el sentido de que te permite realizar proyectos para los ciudadanos y creo que he dedicado unos cuantos años de mi vida a eso. Quizás si no lo he hecho mejor es porque no he sabido, pero no porque no haya puesto toda mi alma en el trabajo.

-¿Qué consejos les daría a sus compañeros de otros municipios en estos momentos de crisis?

-Les diría que no sólo hay que agudizar el ingenio para hacer prácticamente lo mismo con menos dinero, sino también es muy importante fomentar la colaboración entre instituciones. En mi caso, pedí ayuda y pude sacar adelante un año con una programación de calidad. Otra cuestión importante son los grupos, porque la crisis es para todos y si no se adaptan, los primeros que se quedan en paro son ellos.

-¿Con qué presupuestos deja la concejalía de Cultura?

-El recorte es sobre un 30 por ciento. Pero esos recortes no afectarán a las instituciones culturales de La Laguna, porque nos parece fundamental su actividad.

-¿Ha sido difícil hacer cultura en La Laguna?

-Tenía mucha preocupación cuando entré precisamente por no ser de Aguere, porque conozco al lagunero, pues estuve viviendo casi ocho años aquí. Pero creo que he tenido la suerte de tener el apoyo de muchos representantes de la cultura de Aguere, que no me han visto como extraña. Sabían que vine a trabajar por La Laguna.