Tenerife podría tener en la actualidad una represa de hasta tres millones de pipas de agua (una pipa equivale a 480 litros en el sistema internacional) en el monte de Las Mercedes. Así lo desveló esta semana a EL DÍA Ramón González De Mesa, presidente de la Comunidad de Regantes Punta del Hidalgo, Barranco de Río y Tomadero, de actualidad desde que, la semana pasada, el PSC lagunero denunciara la supuesta pérdida de millones de litros de agua en tres galerías de esta entidad que, según los socialistas, explota como agua pública la empresa Teidagua, extremo que la compañía desmiente, subrayando que se trata de un acuerdo de compraventa.

Sea como fuera, y mucho antes de esta polémica, los propietarios plantearon al Cabildo, en plena Transición política en España, construir la que hubiese sido la mayor represa de la Isla, justamente al principio del barranco del Tomadero. Una infraestructura que González cree hubiese sido muy importante "porque habría alimentado Punta del Hidalgo, Tejina y Bajamar, aparte de existir la opción de elevar agua mediante electricidad o motores hacia otras zonas de la ciudad y la Isla".

Sin embargo, aquella propuesta, bien acogida por el entonces presidente del Cabildo, José Miguel Galván Bello, quedó en mero intento, idea, proyecto o ensoñación, ya que, pasados los años, la política regional e insular prefirió que las presas y represas se construyeran en Gran Canaria, mientras que en Tenerife, y con la excepción de la de Tahodio, se apostó por las balsas.

El presidente de la comunidad no recuerda con precisión el año en que le plantearon la idea al Cabildo, ni siquiera si aún vivía o no Franco, aunque sí tiene claro que fue en los 70. Según comenta, Galván Bello lo acogió casi con entusiasmo, "pero luego se apostó por otra política acuífera".

A su juicio, se perdió una buena oportunidad para disponer de una presa que acogiera toda el agua del Monte de Las Mercedes en esa zona, con lo que, según resalta, en estos momentos no se estaría perdiendo el agua que el PSC dice que se desaprovecha, si bien la Comunidad mantiene que gran parte no se filtra y acaba en los depósitos, al tiempo que subraya que se trata de un año "excepcional en el que la montaña está soltando agua por todos lados, tras las copiosas lluvias desde diciembre".

El concejal socialista Javier Abreu tampoco ve mal que se hubiera creado esa presa para evitar las pérdidas actuales y del pasado, aunque resalta la labor realizada por su compañero José Segura como presidente insular desde 1983 al 87 con su plan de balsas. "Desde entonces -recalca-, no se ha hecho nada más".