En tiempos de crisis, "presupuestos de guerra" con los que hacer "mucho más con menos". Ése es el mensaje fuerza que reiteró ayer el edil de Hacienda de La Laguna, Juan Antonio Alonso (CC), antes de que su grupo aprobara las cuentas del ayuntamiento para este año. Si su meta pasaba por convencer a la oposición para que apoyara el proyecto o, cuanto menos, se abstuviera, fracasó estrepitosamente. Tanto el PP como el PSC votaron en contra de un proyecto que el portavoz conservador, Rafael Becerra, critica por no creerlo realista, principalmente por asentarse en unas previsiones de ingresos "exageradas", y que el líder del PSC, Gustavo Matos, califica como el "peor de los últimos 10 años", advirtiendo de que, de no corregirse y buscarse el informe favorable de Intervención, el gobierno está tomando la senda de una posible quiebra municipal.

Matos hizo esta advertencia interpelando directamente al máximo mandatario, Fernando Clavijo. "Haga un cambio en Hacienda (en relación a su propuesta de que cese a Alonso) o pasará a la historia como el alcalde que llevó a la ruina al consistorio". Para el PSC, el concejal del área "es el peor de los últimos 25 años" y ha perdido "la credibilidad porque no acierta con ninguna de sus previsiones desde hace 6 años".

Por supuesto, Clavijo respaldó la gestión de Alonso, al tiempo que garantizó que las cuentas se equilibrarán y que, de lo contrario, no dudarán en recurrir a nuevos créditos dado el margen de deuda aún existente (51% de un total de 110). Ante las críticas de Matos por elaborar un presupuesto sobre "suposiciones y cábalas que no se cree ni el concejal de Hacienda", el alcalde tiró de raíz semántica y recordó que la palabra presupuesto procede de "supuestos" y no de cifras cerradas o ejecutadas.

Alonso había ahondado antes en esta línea insistiendo en que las cuentas reflejan un momento concreto y que, como hasta ahora, seguramente recurrirán a figuras legales como las modificaciones presupuestarias o el remanente de tesorería, "que habrá", según recalcó también Clavijo. En varias ocasiones, Alonso le reprochó a Matos que intentara dar lecciones sobre economía y previsiones aludiendo a los continuos cambios del Gobierno central, a la reducción o el retraso de abonos del Estado, así como a la situación general por la crisis. Tanto en su intervención inicial, como en el debate y luego ante la prensa, el edil lamentó que no se analizara el fondo, los contenidos por áreas y el "esfuerzo" hecho con el 80% del gasto "para las personas, centrándose todo en el informe en contra de Intervención y no en los 25 informes de otros técnicos, a los que creo que se les está faltando al respeto".

Como si viviera en los antípodas, Matos hizo un dibujo radicalmente distinto de la situación. Insistió en que el ayuntamiento "no puede pagar su deuda y por eso la ha retrasado dos años" y calculó un déficit inicial de 10 millones. Censuró que se cuente con la devolución por parte del Gobierno regional de 8 millones por el mercado "cuando no hay ningún documento que lo acredite" y fue muy crítico con el desfase advertido por Intervención de 1,2 millones en la previsión de gasto para las cuotas de la Seguridad Social de los trabajadores. Según dijo, se han previsto sólo 7,3 millones cuando a 31 de diciembre de 2009 el desembolso fue de 8,6 millones. "O cambiarán los gastos o habrá despidos porque ya ha habido dificultades para pagar desde septiembre".

Alonso replicó que las cuentas cuadrarán y que el alcalde conseguirá que se cumpla el compromiso autónomo sobre el mercado.