El Ayuntamiento de La Laguna celebró ayer pleno, aunque en muchos momentos parecía como si sus concejales fuesen diputados nacionales en el Congreso. Los recortes anunciados por el presidente de España contaminaron la atmósfera plenaria y sirvieron de hilo conductor o referencia ineludible en varios puntos, por mucho que sus contenidos fuesen básicamente locales. La contaminación de la situación general fue tal, que incluso el portavoz del PSC, Gustavo Matos, regaló justo al final una guinda que resumió la tarde: en el turno de ruegos, pidió al equipo gobernante que imite el recorte de salarios autoimpuesto por Zapatero a su equipo y personal de confianza y se rebaje el sueldo de los ediles y asesores en un 15%. La réplica de CC fue contundente: "Ha vuelto a demostrar que es un oportunista político", le reprochó su portavoz, Antonio Pérez Godiño, en declaraciones a la prensa tras concluir el pleno.

Matos, lejos de concebirlo así, considera que los políticos deben dar ejemplo en todas las administraciones y hacer un esfuerzo en sintonía con el que se le va a exigir ahora a mucha gente que, "de por sí, ya no lo está pasando bien". Por eso, y también en declaraciones posteriores a la sesión, mostró su sorpresa por el hecho de que ni el alcalde ni nadie de CC le respondiese en el pleno sobre su propuesta, lamentando que se le obligue a convocar uno extraordinario para esto, si bien confía en que, al final, se convoque con celeridad.

A pocos metros, Godiño y el edil de Hacienda, Juan A. Alonso, recordaban el "esfuerzo" realizado por su gobierno, "congelando dos años los sueldos de los ediles y no subiendo impuestos en los últimos cuatro, aparte de potenciar la política social, que quizás se vea ahora afectada". De todos modos, dejaron claro que estudiarán posibles nuevos recortes, aunque esperarán a que se concreten los del Gobierno central. Alonso fue muy crítico con el Gabinete de Zapatero, cree injusto que ahora se reduzcan las aportaciones al ayuntamiento, "porque nosotros sí hemos cumplido", y sentenció afirmando que "el déficit que hay que corregir lo ha creado Madrid".

Los aires nacionales soplaron desde la moción del PSC para que se elabore una auditoría sobre el absentismo escolar en el municipio. La edil socialista María José Castañeda criticó los "datos contradictorios" de las memorias, "algunos de los cuales se usan desde 2006". La concejal del área social, Blanca Pérez, admitió que podía haber desfases, aunque los presentó como insignificantes y sostuvo que el absentismo se había reducido. Castañeda le respondió que, en realidad, subió dos puntos en Secundaria según los porcentajes dados por CC y fue entonces cuando intervino Godiño para afirmar que no era el mejor momento para que los socialistas abordasen este tipo de cuestiones tras lo sucedido el día anterior en el Congreso y cuando "se está hablando de huelga general".

Castañeda se reafirmó y presumió de estar en un grupo "en el que nadie me sustituye para hablar en el pleno". Su réplica final le valió el respaldo "por lo semibajini" de Matos: "Vaya repaso, compadre," se le escuchó desde el público. CC, no obstante, rechazó la auditoría.

Entre el resto de puntos polémicos, destacó el intercambio entre la edil de Cultura, Julia Dorta, y la concejal socialista Silvia Maestre sobre la empresa a la que se le ha encargado por cuatro meses el taquillaje del teatro Leal, compañía creada dos días antes de su designación. Ambas reiteraron sus argumentos y CC desechó la investigación planteada.

En lo que sí hubo unanimidad fue en reivindicar que el tríptico de Nava vuelva a la ciudad.

otros asuntos

Discrepancias sobre el tranvía

La situación nacional volvió a aparecer en el debate sobre el trazado del tranvía. El alcalde, Fernando Clavijo, le reprochó al PSC que, como supuestamente hiciera Zapatero con la crisis, se "tire a la piscina" (en palabras de la edil de Urbanismo) optando por una alternativa (subir por la calle Pablo Iglesias) "sin esperar a los estudios técnicos". A su juicio, pretender que el pleno defienda ahora una opción es una "irresponsabilidad" porque no hay prisa, si bien CC presentó una enmienda a la moción del PSC para pedir al Cabildo que termine cuanto antes los informes. Matos dejó entrever que esos estudios ya existen, insistió en que "ningún colectivo quiere la calle El Juego", se extrañó de que, "tras tantos años", CC no tenga una opción y volvió a reprocharle a Clavijo su "debilidad institucional" ante el Cabildo. Los aires nacionales fueron tan intensos, con alusiones a los 400 euros y otros asuntos, que, incluso, Matos dijo que pidió los 2.500 euros por su hijo y Clavijo desveló que él no lo hizo.