O los cursos de ocio del Ayuntamiento de La Laguna son cada vez mejores y su calidad se ha difundido o el paro está haciendo estragos y la gente quiere ocupar su ocio o, simplemente, durante la presente campaña se ha producido un fenómeno inesperado que ha obligado al consistorio a reaccionar. A diferencia de los 200 solicitantes de estas clases que cada año solían quedarse en la reserva, y a los que se les buscaba una reubicación en función de su número y el curso que deseaban, este año la demanda se ha disparado y se han quedado fuera 810 personas, con lo que el área local de Participación Ciudadana ha decidido ampliar la oferta con 11 nuevos grupos de diversos cursos, que se unirán a 235 de larga duración ya creados y a los 23 intensivos.

La edil del departamento, Cristo Pérez, no esconde su agradable sorpresa por estos datos. De las 46 especialidades puestas en marcha desde noviembre, se han incorporado nuevos grupos en las que tenían mayor número de personas pendientes de obtener una plaza: danza del vientre, cocina y repostería y yoga. Además, Se está aumentando en lo posible el cupo de alumnos que los monitores pueden incorporar a sus clases.

Hasta ahora, la empresa Innova, que desarrolla esta campaña, ha aceptado 2.969 inscripciones, cifra que, no obstante, sigue en constante aumento desde el comienzo de la reubicación de los solicitantes en los grupos en los que han quedado plazas libres por bajas o mediante la creación de nuevos.

De esta manera, la cifra de reserva ha descendido en los últimos días hasta las 659 personas, cantidad que irá bajando con grupos de refuerzo y un segundo bloque intensivo durante el mes de febrero.

De los 46 cursos, el que más alumnos tiene es el de yoga (un 8,89% del total), seguido de los de manualidades (8,56), pintura al óleo (7,92), bordados palmeros (6,87), calados (6,84) y folclore instrumental canario (6,23).

Este esfuerzo se está haciendo pese a la reducción presupuestaria en un 13% respecto al año anterior, quedándose la partida en esta ocasión en 660.000 euros. Pérez resalta que los cursos intensivos (30 horas y tres meses), por ejemplo, han subido hasta los 29, cifra hasta ahora desconocida.

Perfil del alumnado

Sobre el perfil del alumno, indica que suele corresponder al de una mujer de mediana edad, "aunque cada vez hay mayor número de hombres en pintura y, en informática sube bastante la cifra de personas mayores de 40 años".

La oferta incluye alfarería y cerámica, arreglo floral, múltiples cursos de diversos bailes (canarios, caribeños, sevillanas...), bordados, cestería, cocina, confección de vestimentas tradicionales, corte y confección, informática, talleres de autoestima o bienestar y salud, así como lengua inglesa o comunicación con personas sordas, entre otras. También se incluyen clases de teatro, técnicas de relajación, estimulación de la memoria o uso de redes informáticas. Según la edil, y aunque estos cursos no propician la obtención de ningún título, en algunos casos sí dan pie a que sus alumnos acaben desarrollando una profesión o actividad de forma más intensiva, como ocurre con las personas que terminan sacando el carné de artesano, muchas de ellas mujeres.