La restauración del Cristo de La Laguna comenzará el próximo jueves, 24 de noviembre, tendrá una duración de alrededor de tres meses y se realizará en instalaciones aledañas al propio Real Santuario del Cristo. Así lo anunció ayer el esclavo mayor del Santísimo Cristo, Iván González, acompañado por el alcalde de la ciudad, Fernando Clavijo, el presidente del Cabildo de Tenerife, Ricardo Melchior, y el obispo de la Diócesis, Bernardo Álvarez.

Dicho proceso de restauración de esta venerada imagen religiosa correrá a cargo de un equipo de expertos, de prestigio mundial, procedentes del Instituto Real de Patrimonio de Amberes, en Bélgica, referentes internacionales en el arte flamenco.

Previamente, el martes 22, a las 18:30 horas, se celebrará una solemne eucaristía, seguida de una ceremonia extraordinaria de descendimiento del Cristo y un besapié, tras lo cual la talla quedará en disposición de ser restaurada. No obstante, durante el período de tiempo que duren los trabajos, el Real Santuario situado junto al antiguo convento de San Miguel de Las Victorias seguirá abierto al rezo y al culto religioso en sus horarios habituales.

El plazo estimado es que el Cristo lagunero vuelva al retablo mayor de su Santuario, completamente restaurado, en el mes de marzo del próximo año, y, en todo caso, antes de la Semana Santa de 2012.

En el acto celebrado ayer también se hizo pública una campaña de promoción para la captación voluntaria de fondos, entre todos los ciudadanos, entidades y empresas que deseen colaborar. Para ello se ha habilitado una cuenta especial en CajaCanarias, a disposición de todos los interesados en cualquier oficina de la entidad.

Quienes participen en este proceso, y en función de sus aportaciones, podrán recibir unos diplomas especiales de colaboración (de 20, 50 o 100 euros), de edición limitada, para lo cual deben dirigirse a la tienda oficial del propio Santuario del Cristo.

El objetivo es que las aportaciones populares y la derrama extraordinaria que aportarán los propios esclavos del Cristo cubran la mitad de los costes totales del proceso de restauración, valorado en unos 150.000 euros. La otra mitad de la citada cantidad la aportarán el Cabildo de Tenerife y el Ayuntamiento lagunero, en atención al valor histórico-artístico, religioso y cultural del Cristo para la ciudad de La Laguna y la isla de Tenerife.

La Pontificia, Real y Venerable Esclavitud del Cristo de La Laguna, en junta general extraordinaria, había analizado en varias reuniones la restauración de la venerada imagen del Crucificado moreno, que, según dijo en su día el esclavo mayor, Iván Manuel González Riverol, consistiría, principalmente, en una limpieza de la talla que le aportará el mismo color que cuando llegó a Tenerife en 1520.

Iván González reiteró ayer que el Cristo debe ser limpiado pero conservará el color oscuro original. Así, se eliminarán los tratamientos que le dieron en otros tiempos y los efectos del humo de las velas, que le confieren un color más oscuro que dificulta ver de lejos detalles como las gotas de sangre de su cuerpo. Los estudios coinciden en que el Cristo de La Laguna tiene que ser sometido a una limpieza de su pátina para luego fijar su policromía.

El Cristo de La Laguna es, sin duda, la imagen del Señor Crucificado más querida y venerada de de Canarias, además de una joya del arte flamenco, obra del artista Luis Van Der Vule a principios del siglo XVI, que recalara en Canarias al amparo de las intensas relaciones comerciales y de obras de arte de la época entre los Países Bajos y el resto de Europa.

La ruta del Cristo hasta la ciudad lagunera comenzó en un trayecto desde los Países Bajos a Venecia; de esta urbe italiana fue a Barcelona y, de aquí, a la localidad gaditana de Sanlúcar de Barrameda, donde estuvo algunos años. Finalmente recaló en La Laguna tras las primeras décadas del siglo XVI (se cree que fruto de las buenas relaciones entre el Adelantado Fernández de Lugo y el Duque de Medina Sidonia).