Una casa, herencia familiar, ubicada en el lagunero barrio de La Cuesta está siendo desvalijada de sus bienes muebles por unos okupas, sin que la Justicia intervenga a pesar de las denuncias interpuestas, según destaca una hija de la propietaria del inmueble.

Esta historia de "indefensión legal", según la citada señora, comienza cuando la misma, que vive en La Laguna, se entera de que en la casa de sus padres, ubicada en la calle El Viento, viven unos okupas y que hay "movimiento de llevarse pertenencias de la misma".

También informa de que se persona en la casa y se encuentra con quienes la habitan y con la Policía Nacional, cuyos agentes hablan con ella en la sala del inmueble. "En ese momento -cuenta la denunciante- intenté quedarme en la casa para ver la situación y un policía me dijo que recapacitara".

La heredera lamenta que "la Policía pidiera permiso, como me oye, a los okupas para recoger algunos objetos de mis padres, pero solo pude sacar unas cuantas tazas antiguas. Miré y vi que faltaban ya bastantes cosas".

En ese momento, "los agentes dijeron a la heredera que se fuera y dejaron que se quedaran los okupas. Y critico que nadie haga nada cuando cada día veo cómo esas personas se van llevando muebles, joyas, lencería, cuberterías o vajillas de gran antigüedad".

Critica que "el día que la sentencia salga, los okupas se declararán insolventes pero a mi nadie me devolverá la herencia mueble de mis padres, porque no se trata de recuperar el valor económico de lo robado, sino el sentimental, que eso jamás podrá reponer nadie en este mundo".

Entre los objetos muebles de la casa que se aprecia, en un primer momento que faltan, figuran en la denuncia seis sillas de madera tapizadas de comedor, dos medallas de la Virgen de Candelaria, y una cadena de oro.

La heredera incluso quiere hacer llegar, para que se investigue, "un supuesto movimiento sospechoso de consumo de drogas".

Sin ayuda policial

Estos hechos motivaron que esta lagunera perjudicada por los okupas presentara una denuncia ante la Comisaría de la Policía Nacional de La Laguna, y, como cinco días más tarde, la misma no había sido tramitada, generó la presentación de alegaciones en el Juzgado número tres de La Laguna, reclamando las actuaciones judiciales pertinentes.

La reflexión a la que llega la denunciante es que "hay una indefensión que padecemos los ciudadanos que pagamos nuestros impuestos, estamos empadronados y somos personas fáciles de localizar. Por ello, hago un llamamiento a los ciudadanos en el sentido de que no estamos amparados por la Justicia ante estos ladrones del patrimonio familiar, que dejan una huella imborrable en nuestros sentimientos".

Estos hechos han motivado que la denunciante quiera promover, con la recogida de firmas, la creación de una plataforma para que la ley defienda, en todo momento, a los ciudadanos ante casos como el citado.