La ciudad de La Laguna, y más concretamente su casco histórico, está repleto de lugares con encanto que permanecen ajenos a las miradas de la mayoría de los transeúntes, incluidos los propios laguneros. Uno de ellos bien podría ser el pequeño parque anexo al exconvento de Santo Domingo, un jardín que cuenta con el popular drago centenario de la ciudad, entre sus inquilinos de mayor edad.

Lo curioso de este parque es que, a pesar de ser totalmente público, nadie recorre sus senderos, ni se sienta en sus bancos. Por puro desconocimiento, la mayoría de los vecinos del municipio, y casi la totalidad de los que lo visitan, creen que se trata de una dependencia privada y, por lo tanto, de acceso restringido.

Desde la calle, el parque permanece vallado en todo su perímetro con el objeto de impedir los actos vandálicos que pudieran dañar el drago, y que ya en el pasado se vio seriamente afectado por actitudes incívicas. Sin embargo, los ciudadanos que así lo deseen pueden acceder a él a través de las dependencias municipales que alberga ahora el exconvento.

De esta forma, si se atraviesa el vestíbulo del edificio donde se encuentran las áreas de Participación Ciudadana, Turismo y Cultura del Ayuntamiento de La Laguna se puede acceder a lo que se ha convertido casi en un jardín secreto. El único inconveniente es que, para llegar hasta el parque, se deberá respetar el horario de las dependencias municipales: de 8:00 a 15:00 horas y de 17:00 a 20:00 horas, de lunes a viernes. Los fines de semana solo se podrá acceder si existen exposiciones en el interior del exconvento de Santo Domingo, en su mismo horario de visita.

El antiguo convento de Santo Domingo se ha beneficiado recientemente de unas obras de rehabilitación de todo su conjunto histórico. Con un presupuesto de adjudicación de 758.487 euros, la última fase ejecutada comenzó en el mes de marzo de 2010 y finalizó a principios de este año. La quinta fase de los trabajos que el Cabildo de Tenerife llevó a cabo tenían como finalidad la rehabilitación del ala sur del claustro principal, la única zona pendiente de intervención de la zona monumental del antiguo convento dominico.

A su conclusión, se puso en uso el edificio de dos plantas que ocupa el lado sur del claustro que es el único que tiene esa altura, ya que los otros dos tienen tres plantas y la iglesia de Santo Domingo ocupa el cuarto lado.

Asimismo, este proyecto contempló el acondicionamiento del jardín trasero del antiguo convento de Santo Domingo, que se remodeló y dotó de plantas endémicas y en el que se encuentra el histórico drago del viejo seminario, de varios siglos de antigüedad y cinco metros de altura.

Un poco de historia

El antiguo convento de Santo Domingo fue fundado en 1522. En 1838, y tras el decreto de desamortización de Mendizábal, su propiedad no la perdió la iglesia ya que pasó a manos de la diócesis como cárcel eclesiástica. En 1877 el antiguo convento se convirtió en Seminario Eclesiástico Conciliar hasta que en 1974 éste se trasladó a La Verdellada.

En 1976 fue adquirido por el Cabido de Tenerife que cedió la parte histórica al Ayuntamiento de La Laguna, y una parte de su huerta a la Universidad que edificó el rectorado y la calle Padre Herrera. Mientras que tras derruir un edificio de dos plantas se construyó el de Hacienda.

Con el proyecto de rehabilitación del exconvento de Santo Domingo se avanzó en la recuperación integral de uno de los espacios más destacados de la ciudad, desde el punto de vista histórico y patrimonial. Además, a medida que ha ido entrando en uso, se ha contribuido a la conservación de los tesoros patrimoniales e históricos de la ciudad.

La casa contigua a la iglesia, en su momento, fue el convento dominico, que en 1832 se transformó en Seminario Diocesano. Las reformas que se hicieron en él modificaron completamente su interior, aunque mantiene la planta conventual.

La huerta del antiguo convento ha pasado a convertirse, con el paso de los años, en un jardín público a descubrir para miles de laguneros.