Un grupo numeroso de miembros de la Pontificia, Real y Venerable Esclavitud del Cristo de La Laguna ha mostrado su desacuerdo con lo que consideran una imposición, el que dicha asociación religiosa les haga afrontar parte del coste de las labores de limpieza de la venerada imagen sin tener en cuenta sus condiciones económicas, más teniendo en cuenta que muchos de ellos son pensionistas.

Dicho malestar se lo han hecho llegar al esclavo mayor, Iván González Riverol. En primer lugar, le dicen, "ciertos esclavos están sufriendo en el seno de sus familias la falta de lo más imprescindible para la supervivencia del día a día, incluso con unas pensiones inferiores a los 400 euros mensuales, y en la sucursal bancaria donde domiciliaron los recibos de las cuotas anuales recibieron de sopetón de un cargo adicional de 50 euros".

Añaden en su escrito que, en su día, "comunicamos que al no ser imprescindible la restauración de la imagen del Cristo, por encontrarse en un buen estado la madera, la misma podría esperar unos años más, acometiendo solo la fijación del tirabuzón y algún otro pequeño detalle, dejando la limpieza para tiempos de mayor economía y solvencia. Aunque somos iconoclastas, el verdadero templo de Cristo somos todas las personas y debemos encaminar nuestras ayudas al sostenimiento de estos fieles de una manera inmediata y anónima, pues, desde hace algunos años, las cartas que se envían a los hermanos esclavos, entre otras cosas, reflejan el afán racaudatorio por imposición".

Los afectados creen que lo que tiene que hacer la Esclavitud del Cristo es recorrer los domicilios de "los numerosos compañeros, familiares y personas en general que están seriamente dañados por esta crisis, no solo de valores, sino económicamente, e intentar paliar las necesidades más perentorias tanto del espíritu como del cuerpo y, sobre todo, ayudar a los que se encuentran enfermos y necesitan ese cariño y comprensión".

Por todo ello, el referido grupo ruega a la Esclavitud del Cristo "por caridad que atienda nuestras peticiones, que la Semana Santa sea lo más sencilla posible, llena de amor y ayuda al prójimo no sólo en esos días, sino durante todo el año, y que la fiesta de septiembre la pague quien tenga dinero y lo pueda hacer, y seguro que ustedes serán más recordados por este motivo que no por que la imagen del Cristo esté más limpia por fuera, ya que esto último al verdadero católico no le reporta sino estética, ¿pero a qué precio?".

El esclavo mayor del Cristo destaca: "En este, mi segundo año de mandato, quiero agradecerles nuevamente la confianza que han depositado en mí y en la Junta de Gobierno que presido para dirigir esta prestigiosa Institución. Independientemente de las horas de trabajo dedicadas a nuestra institución, quiero reconocerles que, gracias al trabajo de los miembros de mi junta, como al apoyo de todos los esclavos que hasta mí se han acercado, este primer año de mandato ha pasado sin darme cuenta".

Más adelante, en una carta dirigida a los esclavos, destaca: "debido a las dificultades económicas por las que atravesamos hemos reducido el coste del presupuesto a más de la mitad, por lo que ruego entiendan su sencillez".

Con respecto a los trabajos de limpieza de la sagrada imagen del Cristo de La Laguna, hace constar: "Debemos abonar la cuantía que le corresponde a esta Esclavitud para el pago de dichos trabajos. Aunque gran número de esclavos ha abonado la cuota de 50 euros que se aprobó en la última Junta General Extraordinaria para contribuir a afrontar el coste de dichos trabajos, quedan bastantes esclavos por abonarla, por lo que ruego realicen dicho pago a la mayor brevedad posible", y recuerda: "Estamos viviendo en la actualidad una situación económicamente muy complicada y esto no es ajeno a nuestra propia institución religiosa, ya que nuestros ingresos se han visto reducidos considerablemente. Por ello es por lo que, más que nunca, ruego encarecidamente a los esclavos que abonen las cuotas correspondientes a este ejercicio".