La Vía de Ronda cumple 15 años desde su creación en 1997, cuyo principal valor ha sido la recuperación peatonal del casco histórico, al desviar del centro de la ciudad el tráfico que iba hacia el noroeste del municipio y Anaga.

Si bien al principio fue criticada por movimientos ecologistas, lo cierto es que el tiempo ha demostrado no solo no representa un gran impacto en el paisaje por donde discurre (laderas de la montaña de San Roque), sino que es un gran desahogo para los que se dirijan a localidades como Tegueste o Tejina.

Los dos regalos que pide el Ayuntamiento de La Laguna para este aniversario de la Vía de Ronda, a través de su concejal de zona, Jonathan Domínguez, es el mantenimiento constante de su pavimento, como ha ocurrido en los dos últimos años, y soterrar la vía a su paso por La Verdellada.

Esta última acción citada está contemplada en el Plan General y consiste en construir una rambla encima de la vía una vez soterrada y embellecida con jardines y plazas y una gran aportación como será la unión de la urbanización y el barrio de La Verdellada.

La Vía de Ronda, según contempla el Plan General, será subterránea en el tramo comprendido entre el colegio de La Salle y la Cruz de Marca, transcurriendo a través de un moderno túnel que contará con cuatro carriles hasta conectar con la futura vía variante del norte, más conocida como la Vía de Cornisa.

Jonathan Domínguez recordó, como hizo en su día, que "con este desvío de la Vía de Ronda de una ladera del barranco a la otra, pasando de forma soterrada bajo los aparcamientos de la Escuela de Idiomas, se logrará salvar el barranco, la Cruz de Marca, Los Lavaderos y el entorno natural del Drago. La Vía de Ronda, por lo tanto, atravesará el barranco con un puente colgando para conectar con el túnel del Instituto de Astrofísica de Canarias y desde dicho lugar hasta la TF-5".

Unificación urbana

Esta mejora proyectada para la Vía de Ronda la contempla el ayuntamiento en su nuevo Plan General, por entender que logrará la unificación urbana de La Verdellada, mejorará la seguridad al eliminar las curvas y los peraltes y cambios de rasantes y conservará casas y propiedades situadas en torno a la actual vía, que están fuera de ordenación desde el anterior Plan General como área de afección.

Pero en la historia de la Vía de Ronda hay polémicas, accidentes, desplomes e inseguridad.

En dicho sentido, en marzo de 2009 dicha carretera era bautizada como la "Vía de la Muerte", ya que, desde su inauguración hasta el citado año, había motivado 26 muertes y 137 accidentes debido a sus deficiencias, lo que originó una manifestación en la plaza del Adelantado convocada por el Colectivo Ciudadano para la Reforma de la Vía de Ronda, que denunció "el mal trazado de la vía, así como su pésimo mantenimiento y señalización".

En 2009 fueron colocadas las dos primeras cabinas albergando un radar desde el Instituto de Astrofísica hasta el Barrio Nuevo, con un límite de velocidad máximo de 60 kilómetros a la hora, lo que motivó un descenso considerable en el número de siniestros.

En 2010 se detectaron graves defectos en un túnel de la Vía de Ronda, sacando a la luz los vecinos de La Verdellada que "el Consejo Insular de Aguas de Tenerife sabía desde hace 9 años que el túnel bajo la Vía de Ronda era insuficiente e inadecuado, y que de entrar en presión la canalización, la velocidad de circulación del agua sería tan elevada que deterioraría el hormigón en masa de la obra, con posible amenaza de su estructura".

El problema fue resuelto ya que los graves desperfectos ocasionados en el túnel que canaliza el agua de La Verdellada bajo la Vía de Ronda estaban arreglados, lo que era necesario hacer de forma urgente, pues al hundirse en su parte central interior taponó la salida del agua, con riesgo para el citado barrio, porque de llover varios días el peligro de inundación en las calles era inminente.

El 22 de junio de 2010 se daba a conocer la feliz noticia de que la Consejería de Obras Públicas y Transportes del Gobierno de Canarias, a través del Plan de Mejora de la Red Viaria y a petición del Cabildo Insular de Tenerife, estaba ejecutando al 90 por ciento la obra de reparación de obra de fábrica de encauzamiento hidráulico en la Vía de Ronda, lo que supuso una inversión de un millón de euros.

Inseguridad en vallas

La última denuncia fue dada a conocer el 25 de enero del presente año, a través de la Asociación de Vecinos Los Verdeños, que reclamaba al Cabildo de Tenerife que arreglara las vallas de la Vía de Ronda por estar en pésimas condiciones de conservación y por considerarlo unos elementos de gran importancia para la seguridad ciudadana para evitar, como ha ocurrido, atropellos que han terminado con la vida de personas.

Hace diez años que se colocaron las "rejas negras" como los vecinos denominan las vallas en la Vía de Ronda a su paso por La Verdellada, una acción que provocó una agria polémica entre vecinos y administraciones por desacuerdo en la medida, que pretendió evitar que los peatones cruzaran la carretera insular a su paso por el barrio, tras varios atropellos.

Los vecinos defendían una mediana central y en ella la valla, pero el Cabildo, con la mediación de ayuntamiento, optó por enrejar las aceras, dando un aspecto "penitenciario" al tramo, según afirman los vecinos.