La doble sesión plenaria de ayer en el Ayuntamiento de Tegueste deparó ciertos momentos de tensión entre el alcalde, José Manuel Molina (CC), y los concejales de la oposición, María Teresa Fernández (Sí se Puede) y Daniel Villalba (Por Tegueste). Y es que cuando se intentan tocar los sueldos de los concejales de gobierno, las susceptibilidades, de uno y otro lado, afloran con gran facilidad.

El primer encontronazo desagradable se produjo cuando dos miembros de Por Tegueste quisieron grabar imágenes del pleno durante la primera sesión extraordinaria (convocada para la toma de posesión de María Giovanna del Castillo como concejal y para aprobar el crédito de pago a proveedores). Molina recordó que las sesiones ya se grababan a través de un circuito cerrado de cámaras y que las filmaciones en el interior del salón de plenos estaban prohibidas, salvo concesión de un permiso previo.

Tras este episodio que enturbió de inicio la sesión, que además contó con bastante más público asistente del habitual, se celebró la segunda sesión extraordinaria solicitada por todos los grupos de la oposición para proponer la reestructuración política del consistorio, basada en tres premisas fundamentales: la reducción en un 23% del sueldo del alcalde hasta llegar a los 45.673,18 euros anuales (lo mismo que cobraba hasta junio de 2011), la merma en el número de concejales con dedicación exclusiva y parcial y la reducción en un 10% del sueldo de los concejales liberados.

Las portavoces del PSC, Érika Hernández, y del Grupo Mixto, María Teresa Fernández, las únicas que Molina dejó hablar, pese a que Villalba (proponente de la moción) lo pidió insistentemente, expusieron la necesidad de llevar a cabo un gesto de solidaridad del grupo gobernante con todos los vecinos de la Villa, más aún cuando el plan de ajuste, recientemente aprobado, prevé la subida de impuestos y tasas municipales.

Sin embargo, el primer edil insistió en que ya en diciembre de 2010 se produjo la reducción de los sueldos del grupo de gobierno (un 25% el alcalde y un 23% los concejales), aunque la oposición sostuvo que tras las elecciones de 2011 volvieron a subirse. Molina expuso que cobra menos que funcionarios del Grupo A del ayuntamiento, como el tesorero o el recaudador que es, además, el anterior portavoz del PSC, y que cobran 58.000 euros frente a los 56.373,80 euros del alcalde. Por último, censuró que se dijera que cobraba hasta 8.000 euros y, tras el pleno y visiblemente molesto, mostró a la prensa su nómina que ha pasado de 3.390,46 euros netos en 2007 a 2.874,70 euros en 2012.