El pleno ordinario que celebró ayer el Ayuntamiento de El Rosario se convirtió de nuevo en un espejo de la agria polémica que en estos momentos se da en el país a cuenta de la crisis económica y que tiene enfrentados de manera antagónica al PSOE y al PP. La chispa saltó a cuenta de la aprobación de la modificación del reglamento regulador de los servicios de las escuelas infantiles en virtud de un requerimiento formulado por la viceconsejería de administración pública de la Consejería de Presidencia del Gobierno de Canarias. La polémica se generó porque por dichos recortes las escuelas infantiles de La Esperanza y Radazul corren el peligro de cerrar, con el problema que ello generaría en los numerosos niños que acuden a las mismas.

El alcalde, Macario Benítez Gil, señaló que a causa de los recortes del Gobierno central se verían obligados a cerrarlas, declaración que fue contestada por los populares, recordando la deuda que habían dejado los socialistas y que todo lo que pasaba en el ayuntamiento no podía deberse a lo que hacía Mariano Rajoy. Tanto Escolástico Gil como el edil de Sí se Puede se mantuvieron al margen y solamente el de Sí Se Puede dijo que las nuevas tasas le parecían abusivas dada la crisis, ante lo cual la secretaría le dijo que la modificación nada tenía que ver con las tasas.

Antes de ese punto se dio cuenta de las resoluciones dictadas por la Alcaldía desde el anterior pleno y se aprobaron un expediente de modificación presupuestaria 9/12 que trataba de la renuncia de la paga extra del grupo de gobierno, más de 23.000 euros a favor de los servicios sociales y varios convenios con distintas administraciones: con el Cabildo en cuanto a la cooperación técnica con actividades clasificadas y el convenio de colaboración para la actuación social, con el Gobierno de Canarias para la ubicación de una ambulancia, y con la Fecam para el desarrollo de acciones de emergencia.

En estos puntos, el diálogo fue fluido, excepto un ataque durísimo del concejal de Sí se Puede a cuenta de la renuncia a la paga extra, que se centró en la primera teniente alcalde, Ana Lupe Mora. Pero el tono subió en el punto relacionado con las ordenanzas y los reglamentos, donde todos los grupos de la oposición, IR-Verdes, PP y Sí se Puede se emplearon a fondo, aunque al final la mayoría socialista levantó todos los reparos que planteaban los distintos concejales de la oposición.

El reglamento que regula los taxis de El Rosario tuvo a Escolástico Gil como protagonista y se dio la circunstancia que dos taxistas acudieron al pleno, señalando que no todo el colectivo estaba a favor de esta ordenanza, a pesar de las declaraciones del grupo de gobierno, pero el alegato del concejal de IR-Verdes se quedó sin efecto ante la votación final, donde se decidió que el reglamento municipal saliese adelante.

Se aprobó la modificación de la ordenanza del IBI, que de manera sorpresiva contó con el voto en contra del PP, sabedores de que las cuotas las marca en este caso el Gobierno central e igualmente la disolución del consorcio Televisión Digital Este y Noroeste de la Isla.

El portavoz de IR-Verdes, Escolástico Gil, mostró su insatisfacción al no prosperar la moción de su concejal Inmaculada del Cid Prieto, que pedía instar al Cabildo Insular de Tenerife el dejar sin efecto la última subida de tarifas de transporte público urbano e interurbano, así como las restricciones de frecuencias y servicios.