Si hace dos años ya era crítica, la situación que presenta ahora la antigua sede del Hogar Gomero, en La Cuesta, es caótica, ya que los delincuentes y okupas han destruido este palacete del siglo XX de estilo victoriano y corre peligro de derrumbe, principalmente en los techos que lucen aún la belleza de sus lujosos artesonados.

La puerta de acceso al inmueble, en la carretera general, está abierta, y para llegar al mismo hay que recorrer un camino donde la flora, seca en su mayor parte, hace difícil el tránsito por lo mucho que ha crecido al no haber sido podada.

Al llegar al palacete, su fachada ya no presenta la estética del pasado sino un aspecto fantasmagórico, con destrozos y graffitis de gran tamaño.

Una puerta de acceso al edificio, tapiada en su día con bloques, la han tirado los delincuentes y la imagen interior es dantesca.

Balaustres arrancados de las balconadas y apilados en el suelo junto a numerosos espráis es lo primero que aparece ante la vista. Por cualquiera de las estancias del palacete hay azulejos de gran valor rotos, maderas arrancadas y destruidas de forma salvaje, mobiliario destrozado y pintadas sobre elementos decorativos de dudosa recuperación como es el caso de las maderas nobles de las columnas y balconadas o en los azulejos de las escaleras y paredes.

El edificio es de la Universidad de La Laguna y está dentro de una finca de unos 35.000 metros cuadrados y a poca distancia de la Residencia Universitaria Islas Canarias, del Campus Universitario de Guajara y del casco histórico, sin olvidar que está ubicado estratégicamente por tener cerca líneas de transporte y tranvía.

En febrero de 2010, el Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de La Laguna pidió una actuación urgente para salvar lo poco que quedaba en aquel entonces que nunca se llevó a cabo (hoy no queda casi nada), y propuso que fuera utilizado para acoger instalaciones culturales o deportivas.

Desde hace dos años no se han producido acciones por parte de la Universidad para restaurar un edificio que, en la actualidad, sigue siendo saqueado, ocupado, destrozado y hasta quemado.

La presencia de mantas en algunas habitaciones es señal de que es utilizado para vivir okupas, consumir drogas o realizar otras acciones.

En su día, el PSOE también pidió una intervención al Ayuntamiento de La Laguna, al Gobierno Canario y al Cabildo Insular de Tenerife. Nadie actuó y ahora elementos decorativos, artesonados y paredes azulejadas presentan un daño irreparable, y el edificio un peligro para quien entre, ya que los artesonados amenazan con desplomarse.