Más de la mitad de los casi dos mil usuarios del Servicio de Ayuda a Domicilio del Ayuntamiento La Laguna son personas mayores de los barrios de La Cuesta y Taco, según se pone de manifiesto en la memoria de la actividad del pasado año de esta importante prestación social.

Asimismo, la mayoría de las personas beneficiadas por este servicio (el 94,96%) no paga nada, al subvencionarse al cien por cien su prestación por parte del ayuntamiento, en atención a sus rentas.

Precisamente, el alcalde de La Laguna, Fernando Clavijo, suscribió la pasada semana la prórroga, por un año más, del actual contrato de ayuda a domicilio, periodo en que supondrá un coste de 3.532.600 euros para las arcas municipales.

El concejal responsable del área de Bienestar Social, Miguel Ángel González, se reunió con tal motivo con Susana Sebastiá, representante de la empresa adjudicataria desde 2008 (ServiSar Servicios Sociales), y mostró su satisfacción por el "buen funcionamiento de una prestación tan relevante para muchas personas laguneras, fundamentalmente de avanzada edad".

González hizo hincapié en el "compromiso y esfuerzo demostrado por este ayuntamiento para, a pesar de las circunstancias, mantener en las mismas condiciones la ayuda a domicilio", y recordó que "el copago y las exenciones establecidas en función de las rentas han permitido, por un lado, universalizar el servicio y que cualquier ciudadano pueda solicitarlo y, al mismo tiempo, que quienes menos tienen paguen poco o nada".

Durante el año 2012, se prestaron 225.278 horas de servicio, el cual se coordina desde la Unidad de Mayores de la concejalía lagunera de Bienestar Social, que se encarga del seguimiento de cada usuario desde que accede a la prestación hasta que causa baja, generalmente por fallecimiento.

El Servicio Municipal de Ayuda a Domicilio se presta en la actualidad en alrededor de un millar de hogares de todo el término municipal, lo que se traduce en unos 1.900 usuarios. De estos, el 75 por ciento son mujeres y el 25 por ciento, hombres, y la mayoría tiene más 85 años, seguidos en orden cuantitativo por quienes tienen entre 76 y 85.

El perfil medio del usuario es el de una mujer de más 85 años que vive sola, con cierto nivel de dependencia y que carece de relaciones familiares sólidas. Gracias a esta prestación, tiene garantizada su atención personal y doméstica, evitándose que tenga que acudir a una residencia.