La Laguna celebró ayer la Noche en Blanco, que este año adquirió el carácter de internacional por contar, por primera vez en sus cinco años de historia, con un grupo extranjero. La compañía francesa de teatro Remue Ménage puso en escena, por las calles de la ciudad y plazas Doctor Olivera y del Adelantado, su espectáculo "Dans une bulle" (La casa de la lluvia de ideas). El público disfrutó enormemente de las acrobacias y el ballet dentro de gigantescas burbujas.

La Noche en Blanco 2013 contó con más de 17 horas de actividades en sus calles, y una presencia de 120.000 personas, que, en rueda de prensa, anunció a las 19:00 horas el alcalde de la ciudad, Fernando Clavijo, quien destacó: "Ha sido un día como siempre inolvidable. Agradezco a todos los que han colaborado para hacer, un año más, una jornada mágica. El secreto de La Noche en Blanco de La Laguna es que, desde el principio, cuando se propuso en el Foro Anticrisis, se trabajó de forma conjunta con todos los sectores y ofrecimos algo diferenciado, algo muy distinto a lo que se hace en otros lugares, con un sello muy personal. Y por eso estamos especialmente satisfechos de que haya consolidado, cada año venga más gente y se conozca fuera de nuestras fronteras. La receta para el éxito es la misma que para todo lo que venimos haciendo en La Laguna: el trabajo común, la colaboración, y la participación de todos los agentes sociales y económicos que han conseguido que La Laguna sorprenda siempre con ideas nuevas para seguir resistiendo y mejorando".

El amplio programa de actividades contó con danza, juegos y talleres infantiles, teatro, deportes, música, con conciertos de diferentes géneros, humor, títeres, exposiciones, visitas guiadas, maratón de cine, rincones solidarios, demostraciones de los bomberos voluntarios, artistas en la calle y el gran concierto del grupo La Unión en la plaza del Cristo.

Si preguntáramos cuál fue la luz de la Noche en Blanco todos dirían que los arcos de luces navideñas que iluminaban las calles, pero no responderían lo que Elena Rodríguez Capón, de 10 años de edad, dijo al preguntarle si le gustaba la fiesta que celebraba La Laguna: "Sí, pero no veo que sea de noche sino la luz del sol es la que hace que la fiesta sea blanca e ilumine a todos los niños que jugamos y disfrutamos hoy en la ciudad".

Elena Rodríguez estaba con sus amigos y amigas del grupo de scout Guan-Xerach, de Finca España, que, al quedarse sin un stand, optaron por recorrer las calles promocionando al grupo y vendiendo detalles de Navidad para recaudar fondos para sus actividades.

En la plaza del Cristo, Ikea tuvo un espacio para que los niños pintaran dibujos de Navidad y vendió osos de peluche, destinando un euro de cada uno para la campaña "Save the children", de Unicef, para que cada niño pueda ir a la escuela. El eslogan fue: "El poder de la educación consiste en un futuro lleno de oportunidades".

Los niños se sintieron atraídos principalmente por los juegos deportivos, como Claudia de 4 años, que vino con su padre y un grupo de jugadores del Palo Canario de Vilaflor.

El grupo de teatro Medio Almud con música y tres marionetas gigantes, en forma de bichos extraños, alegraron y atrajeron a mucha gente.

En la plaza de La Concepción estaba el Pozo de los Buenos Deseos, en el que la gente rellenaba un papel con su deseo y lo tiraba dentro. Marta Rosado, de 6 años, tiró el suyo con una petición de suerte para toda su familia.

La dulcería La Princesa repartió sus merenguitos de gofio llamados suspiros laguneros, mientras que la recién inaugurada pastelería El Aderno obsequió a la gente en la calle con una cajita con un bombón y en el interior de la dulcería causó expectación dando a degustar sus trufas de gofio. Los bares y restaurantes, como cada año llenos.

Blanca Novia puso sus maniquís en la calle con trajes de fiesta. Por la mañana hizo un pase de moda infantil, con una parejita vestidos de época que causaron furor, y al llegar la noche, las modelos lucieron sofisticados vestidos dentro de los escaparates.

En la calle Viana el centro Thesssa''s world sorprendió con un taller de artesanía, mientras que en la calle las modelos hicieron pases con chales, joyas y una variedad de vistosos corsét que gustaron mucho, de la diseñadora Claudia Reyes.

En la plaza Doctor Olivera la gente hizo cola para que le firmaran fotos o camisetas los afamados jugadores del Club de Baloncesto Canarias, Fotis Lampropoulos (Grecia) y Juampi Gutiérrez (Argentina).

Las tiendas y comercios aplicaron rebajas de entre un 20% y un 70%. Asimismo, Cáritas vendió ropa a precios muy baratos, con un mensaje en un cartel: "Son tiempos difíciles, ayúdanos". Y los dos hoteles de la ciudad, Nivaria y Aguere, estuvieron llenos con reservas hechas con dos meses de antelación.

En definitiva, esta nueva edición ha sido un éxito de participación y se convierte en referente.