El alcalde Fernando Clavijo firmó recientemente la ayuda del Ayuntamiento de La Laguna a la Asociación Tinerfeña de Madres y Padres de Niños y Adolescentes con Déficit de Atención e Hiperactividad (Atimana-Dah), la cual va dirigida a colaborar en la financiación del servicio de apoyo con que cuenta el colectivo para todas las personas afectadas por esta patología, considerada el trastorno neurobiológico más frecuente la infancia.

Según explicó el edil lagunero de Bienestar Social, Miguel Ángel González, esta subvención, de carácter anual, asciende a 5.400 euros, destinados a ayudar a la ONG sin ánimo de lucro Atimana a mantener, principalmente, sus servicios de apoyo psicológico y pedagógico a quienes padecen el denominado trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH), en tanto uno de los pilares fundamentales de su tratamiento.

González explicó que, "pese a la complicada situación económica, este gobierno municipal tiene como prioridad seguir ayudando a los que ayudan, por lo que seguimos apoyando a casi medio centenar de ONG de ámbito social que trabajan en nuestro municipio y realizan una labor digna de mención, como es este caso que nos ocupa".

Con sede en Los Majuelos y presidida por Néstor Torres, Atimana nació en el año 2003 con la finalidad de unir y atender los requerimientos de las familias con hijos afectados por TDAH, desarrollando desde entonces una incesante labor para intentar mejorar la calidad de vida de todos sus usuarios, así como para dar a conocer a la sociedad este trastorno, que suele conllevar notables repercusiones en la esfera familiar y social de las personas afectadas.

Frente a ello, la asociación dispone de una serie de recursos de intervención para afrontar las dificultades derivadas de esta patología, destacando su servicio de orientación, tratamiento y evaluación psicoeducativa, desarrollado por profesionales de la psicología y la pedagogía.

La TDAH es una alteración del funcionamiento de dos neurotransmisores cerebrales (conocidos como la noradrenalina y la dopamina).

Este desajuste provoca problemas de atención y concentración, hiperactividad e impulsividad, que son los síntomas más comunes, y generando un considerable nivel de estrés familiar así como usuales problemas de rendimiento escolar o de conducta en el niño.