El retablo de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción de la Catedral de La Laguna y la imagen que le da nombre han resultado gravemente dañados por la humedad durante el tiempo que ha estado cerrado el templo por las obras de rehabilitación de su techo, a pesar de haber sido cubierto el altar con plásticos y láminas de madera.

Según ha confirmado el Obispado, la imagen de la Virgen de La Concepción, a la que se le han caído varios fragmentos, ha sido colocada en la sacristía de la Catedral, a la espera de que los que técnicos evalúen los daños para proceder a la restauración no solo de la talla, sino también del retablo. Todo apunta a que dichas obras no estarán terminadas ni para el día 25 ni el 31 del presente mes, en que las obras del templo serán recibidas por el ministro de Cultura y la Catedral será abierta al culto, respectivamente.

El deterioro que sufre la Virgen de La Concepción es según la versión oficial citada por el Obispado, aunque hay quien ha afirmado que en las labores de descubrimiento de los retablos la talla se cayó al suelo.

Responsables de la obra han informado de que, con asesoramiento de expertos en arte de la Universidad de La Laguna, "los retablos estaban bien protegidos, aireados y cada tiempo pasaban controles por parte de profesores".

Sobre el retablo de La Concepción, como lo denomina el historiador Alejandro Cioranescu, hay que decir que fue fundado y costeado por el obispo de Tenerife Nicolás Rey Redondo. De todos los retablos modernos del templo, los estudiosos lo consideran como el de "mayor entidad artística" y fue confeccionado por Mariano Benlliure.

Es de destacar que en junio de 2008, a raíz de que EL DÍA informara de la presencia de termitas en la Catedral, la Comisión Mixta Mancomunidad Autónoma-Iglesia Católica en Canarias encargó a un grupo de biólogos "analizar cómo están afectando los citados insectos xilófagos" al importante retablo traído de Flandes en 1614, refiriéndose al de Los Remedios.

En aquel entonces se dijo que al estar el templo cerrado la humedad interior podría afectar a todo aquello realizado en madera. Lo cierto es que nunca se conocieron los resultados de dicho estudio, y al final hay que darle la razón a los técnicos porque la humedad afectó al retablo de La Concepción.

Según los especialistas, el deterioro se pudo haber evitado si durante los años que ha estado cerrado el templo se hubieran retirado las maderas que cubrían los altares, y se hubieran ventilado para luego ser tapadas de nuevo.

Por otro lado, este hecho demuestra que al menos este altar fue tapado y protegido con la imagen de la Virgen dentro, cuando en su día se dijo que las diferentes tallas habían sido retiradas de sus hornacinas y solo protegidos los artísticos retablos que presidían.