Los canales de drenaje de lo que se conoce como la Venecia lagunera fueron una de las propuestas del primer alcalde democrático de La Laguna, electo en el año 1979, Pedro González (PSOE). Aparte de su utilización, se barajó la propuesta de utilizarlos con fines lúdicos para su recorrido en barca, pero con el posterior cambio de gobierno que tuvo lugar en el año 1987 esta idea fue desechada por el entonces alcalde, Elfidio Alonso.

Las lluvias que tuvieron lugar el 11 de abril de 1977 sobrepasaron los materiales y técnicas utilizados para evacuar el agua acumulada. Con el fin de resolver este problema tuvo lugar el proyecto de canales que recorre la ciudad lagunera, destinado a recolectar la lluvia que descendía por los barrancos. Esta obra fue realizada por la empresa Ferrovial en los años ochenta y costeada por el Ministerio de Obras Públicas. Contó con un presupuesto de 790 millones de las antiguas pesetas (casi 5 millones de euros). Además, tuvo un carácter importante durante el mandato de González, ya que acabó con las inundaciones en la ciudad cuando caen grandes lluvias.

Esta iniciativa fue bautizada por el pueblo bajo el nombre de "la Venecia lagunera". Sin embargo, después de Alonso descartar la idea con respecto a su utilización para el ocio, el proyecto quedó abandonado dejando solo el recuerdo de la iniciativa con la maquinaria que todavía se conserva en el Camino de la Rúa. Además, en el año 2002 se adjudicó al Plan Urban el proyecto para cubrir la parte del barranco que va desde el comienzo de la pista militar de San Roque hasta el mercado municipal, lo que imposibilitaba de forma definitiva el proyecto.

Jonathan Domínguez, concejal de Obras e Infraestructuras del Ayuntamiento de La Laguna en la actualidad, explica que "la red de canales ha quedado ligeramente insuficiente para las nuevas urbanizaciones que hay en el parque de la Vega y cercanías", tratándose, en todo caso, de una propuesta por parte del ayuntamiento para el nuevo Plan de Cooperación Municipal (2014-2017), donde la cámara debe hacer una serie de solicitudes en diferentes campos. Domínguez expresa que la ciudad seguirá apostando por "obras de drenaje, alcantarillado y temas de tuberías". Además, aclara el edil que "la idea de los barcos y todo eso ni nos lo hemos planteado, eso sí que lo quiero dejar claro, ni queremos pensarlo porque no lo vemos viable de ninguna de las maneras, y menos en los tiempos que corren. Habría que invertir en motores para que el agua esté continuamente en movimiento. Además, habría que volver a construir las compuertas que se retiraron hace como diez años y sería una inversión bastante grande para un tema de ocio. No le vemos utilidad en estos momentos, ya que hay otras necesidades y prioridades en la ciudad ahora".

Por tanto, el enfoque de este proyecto se basa en un plan de seguridad de la ciudad en caso de fenómenos meteorológicos adversos para su posterior drenaje, tratando de mejorar, en todo caso, todas las redes de evacuación de agua para evitar que haya puntos críticos en el centro de la ciudad en caso de lluvias. También comenta Domínguez acerca de los avances realizados que "en los últimos cuatro años hemos logrado erradicar el 80% de estos puntos clave y lo que se pretende es completar ese mapa para solucionar los problemas de inundaciones."