El investigador y escritor lagunero Julio Torres sostiene que la estructura que hallaron los operarios mientras realizaban trabajos de reurbanización en la plaza de la Catedral lagunera "se corresponde con unos urinarios públicos", infraestructura que se diseñó en la década de los cincuenta del pasado siglo y que en este sentido está documentado.

De esta manera, Torres rebate la opinión que puso de manifiesto el historiador y sociólogo de la Universidad de Harvard Álvaro Santana Acuña, quien ponía en duda que una estructura que se halló en superficie, de diez metros de largo y dos de ancho, pudiera corresponderse con "un simple pozo vertical, sino más bien con la planta de un edificio".

Además, el estudioso de Harvard también subrayaba cómo en el documento del proyecto redactado por el arquitecto Tomás Machado Méndez, en 1949, se especificaba que el lado oeste del pozo "da a la calle Sol y Ortega", la actual Juan de Vera, lo que a su juicio se corresponde con un lado del estanque y, por tanto, no se correspondería con la ubicación de los restos de ese posible muro hacia la calle de La Carrera.

A propósito, Julio Torres precisa que los urinarios públicos se proyectaron en "la confluencia de las calles de La Carrera y la actual Juan de Vera", donde se realizaron las excavaciones, y, asimismo, describe que la infraestructura se extendería hasta la puerta lateral de la Catedral y, de hecho, estaba concebida para que las mujeres accedieran desde la calle Deán Palahí y los hombres por Juan de Vera.

Es más, acompaña su afirmación con un escrito de julio de 1950 del contratista que había solicitado una prórroga para la terminación del desagüe de los evacuatorios, a causa de la aparición de agua en el subsuelo, "para efectuar el acople al desagüe de los aludidos evacuatorios a los pozos de la calle Obispo Rey Redondo (conocida popularmente como La Carrera)".

En los planos adjuntos se aprecian las cristaleras en la planta exterior y la disposición de los urinarios en la planta interior, lo que da una idea de la dimensión de la infraestructura.

Julio Torres también censura a Álvaro Santana cuando dice que "las obras se han ejecutado en suelo sagrado sin tomar las precauciones necesarias" y se pregunta por qué no se manifestó de igual manera cuando se exhumaron los restos de Amaro Pargo: "Eso sí es profanar una tumba".