Ayer tocó madrugar en Tejina. Por lo menos para los miembros de los tres corazones, El Pico, Calle Abajo y Calle Arriba, que desde bien temprano partieron hacia el monte en busca de la rama.

La expedición tenía como destino la parte alta de Ravelo, en El Sauzal, el lugar elegido en esta ocasión para hacer acopio de las apreciadas hayas, una especie protegida, pero con la que se hace una salvedad para una fiesta que es Bien de Interés Cultural, con categoría de ámbito local, desde 2003. La recogida cuenta con autorización expresa del Cabildo de Tenerife.

De regreso al pueblo, sobre las 12:00 horas, tocaba comenzar la faena. Cada uno en su local -eso se respeta-, aunque todos con la misma pasión, los integrantes de los tres corazones comenzaron a preparar y a enrollar la rama, paso previo a la elaboración final de unos corazones que llegan a pesar cerca de 800 kilos.

Los de El Pico, de color blanco, harán de la pera la seña de identidad de su obra, avanza Adrián Hernández, su presidente, mientras que la piña -de La Palma- será el elemento principal del corazón de la Calle Arriba, cuyos miembros lucirán camiseta naranja, precisa el presidente, Antonio González.

Los de la Calle Abajo, mientras, optarán por el limón como fruta principal, según detalla su presidente, Imobach Molina. El amarillo será su color de referencia.

Y esto fue ayer. Pero los miembros de las comisiones llevan trabajando desde principios de semana en la elaboración de otros elementos propios de los corazones como las tortas de harina.

Amasadas a mano, sistema tradicional, pero tostadas con horno eléctrico -con el de carbón se partían-, las obras de arte de harina se guardan bajo llave y en el más absoluto secreto. Por lo menos en algunos casos. "Aunque el pique es sano", aclaran desde uno y otro corazón. Prueba de la importancia que tienen estas pequeñas figuras es la satisfacción que siente todo aquel que tiene la suerte de hacerse con una de ellas el día que se descuelgan los corazones.