La AV Padre Anchieta reclama la rehabilitación del pabellón deportivo que se encuentra en la trasera del centro de salud San Benito, una infraestructura que "hace aguas" literalmente hablando cada vez que llueve, a lo que hay que añadirle la humedad que se cuela por todos los lados. "Que no se olviden de nuestro pabelloncito". Así lo pidieron el presidente y el vicepresidente del colectivo vecinal, Domingo Rodríguez y Pedro Noda, respectivamente, quienes explicaron que esta es una de las grandes reivindicaciones del barrio a corto plazo por las que han estado luchado durante los últimos años, a las que se añade, entre otras cuestiones, la limpieza en algunos puntos del barrio, entre los que destacan la plaza Los Sabandeños, de la que dice que está completamente abandonada.

A pesar de ello, el primer objetivo del movimiento vecinal está cumplido, que era el inicio de las obras de rehabilitación de los bloques de Padre Anchieta por fases. La primera de ellas comenzó hace diez días, entre los bloques del 103 al 111, "y lo bueno es que ya tenemos confirmada la segunda fase y se está redactando la tercera", apuntó Rodríguez, que advirtió de que el polígono Padre Anchieta tiene muchas más necesidades.

Esperan como agua de mayo que las obras se trasladen también a las zonas comunes para hacer los espacios entre estos bloques más accesibles, siempre con la premisa de que se mantenga el parque infantil, que se ha levantado por el inicio de las obras.

Por otra parte, Pedro Noda criticó el estado en el que se encuentra el parque de Los Sabandeños, en la trasera del polígono: "Los hierbajos invaden el espacio y el suelo está levantado por varias partes, como se puede comprobar en esta parte de la acera", manifestó.

Domingo, en cambio, llamó la atención acerca de uno de los grandes problemas que existen en el barrio, no ya solamente en la parte de San Benito, sino de la parte de la avenida de la Trinidad, que no es otro que el de las cacas de los perros. "Es una invasión. Hay muchas personas que no se dan cuenta de que si no recogen la porquería otros se la tienen que comer. La mayoría de los vecinos somos conscientes de lo que significa, pero una minoría tiene que dar la nota".

En torno a la fama de barrio conflictivo, los dirigentes vecinales rechazaron esta opinión y se limitaron a explicar que hay problemillas, "pero no son más de lo que ocurre en otras partes del municipio. Aquí todos nos conocemos desde pequeños", dijo Rodríguez.

Valoró positivamente la implantación del centro de salud de San Benito y el centro para adultos, los pilares económicos de todo el barrio de la parte alta.

En cuanto a la zona baja, la de la avenida de la Trinidad, Domingo Rodríguez emplazó al periódico EL DÍA en unas semanas para darle un tratamiento diferenciado por sus demandas como enclave.