Vecinos, empresarios y usuarios de las calles Morales, Pablo Morales y Catedral, todas en el ámbito de la avenida Trinidad, denunciaron ayer el estado en el que se encuentra el asfalto en la intersección de Morales con Pablo Iglesias, justamente a la salida del aparcamiento, donde existen dos grandes huecos que impiden el normal desarrollo del tráfico por una de las zonas de salida más importantes hacia la vía. En este sentido, tan grande es uno de los huecos que llega a rozar con los bajos de los vehículos convencionales que sin darse cuenta lo atraviesan, tal y como pudieron comprobar ayer los vecinos denunciantes y El Día. Sobre ello, uno de los denunciantes aseguró que "el asfalto está en estas condiciones desde el pasado día 19 de noviembre, cuando como consecuencia de las lluvias se abrió el pavimento y luego, el gran tráfico que viene de la prolongación de la calle y de Pablo Iglesias, que desvía su tráfico por Morales hacia la Trinidad, hizo el resto. Y nada, por aquí no aparece nadie para ver qué pasa". Un trabajador de uno de los comercios de la zona apuntó que "es normal ver este tipo de cosas. Es impresentable. Nosotros nos comemos los hoyos y parece que los políticos no se enteran de lo que pasa realmente en las calles. Lamentable". "Pero fíjese -dijo-, no son solamente los dos huecos tremendos que hay. Mire a lo largo de la calle hasta llegar a su intersección con la avenida de la Trinidad y verá su estado", señaló para terminar. Lo cierto es que la carretera hasta llegar a la Trinidad está completamente resquebrajada, por lo que los vecinos y los propietarios de los negocios se temen que la situación empeore. Critican, además, que cada vez que llueve algunas zonas de la calles se convierten en lagos auténticos y es porque "para dejar la avenida de la Trinidad bonita levantándola, han dejado por debajo las calles de Padre Anchieta", dijo otro afectado.