La cripta de Bajamar permanecerá cerrada alrededor de un mes. Es el tiempo estimado tanto por el Ayuntamiento de La Laguna como por la empresa que ejecuta las obras de reparación de parte del techo de madera afectada por una plaga de polillas.

La obra, declarada de urgencia, se lleva a cabo unos dos años después de que se hicieran otras mejoras en el inmueble de propiedad municipal que incluyeron, precisamente, un tratamiento antiplagas.

"El tratamiento se ve que no funcionó", precisó ayer el responsable de Obras del Consistorio lagunero, Jonathan Domínguez.

Según precisaron ayer fuentes de la empresa que ejecuta los trabajos, estos consistirán en retirar toda la madera del techo de la sala en la que se vela a los difuntos, es decir, donde se ubicaba el altar de la antigua capilla.

En concreto, se cambiará el actual artesonado de riga por otro de madera de morera, más resistente y tratada para evitar el ataque de este tipo de plagas.

"Tratamos de evitar que la plaga se extienda por el resto de la madera del edificio", añadió Domínguez, cuestión que suscribieron desde la asociación de vecinos Gran Poder de Dios. "Sería una pena que afectara a las puertas o al resto del techo", sostuvo la presidenta del colectivo vecinal, Juana Rodríguez.

Jonathan Domínguez detalló también que además de la sustitución de la madera del techo afectada por las polillas se procederá a pintar el obitorio antes de su reapertura.

En este sentido, el responsable municipal de Obras indicó que la previsión es que los trabajos duren unos 25 días -dato que corroboraron las fuentes de la empresa consultadas- y en ellos se invertirán alrededor de 16.000 euros.

Cabe precisar que la cripta, antigua capilla del barrio, es el único lugar con el que cuenta Bajamar para velar a sus muertos, de ahí la celeridad con la que se quieren hacer los trabajos.

Jonathan Domínguez

responsable de obras

"Es un edificio municipal"

El responsable de Obras, Jonathan Domínguez, salió al paso de las críticas por la inversión que se realiza en la reparación de la cripta de Bajamar y remarcó que se actúa en ella porque es un inmueble de propiedad municipal. En concreto, la partida parte de la reserva contable, que se extrae del capítulo II de los presupuestos de la Concejalía y que en 2014 contó con más de 1,2 millones de euros para el mantenimiento de edificios según sus necesidades.