Se llama Freddy José González y es taxista desde hace más de 20 años, un tiempo que ha tenido que pasar para verse envuelto en una maraña burocrática de los expedientes sancionadores, y en este caso, el incoado en abril del pasado año 2013 por el ayuntamiento de La Laguna tras la aplicación de la prueba de parada de taxistas en el municipio, previa al decreto de 25 de diciembre en el que entraba en vigor la nueva Ordenanza Reguladora de la Organización del Servicio del Taxi en La Laguna, que Freddy no cumplió.

Sobre prueba, el área de Tráfico y Seguridad Ciudadana había llegado a amenazarle con la suspensión de 6 meses y una multa accesoria de 1.500 euros, hasta que fue disminuyendo hasta 401 euros a medida que el litigio avanzaba. Al final, el 15 de octubre, la Justicia le dio la razón al taxista y anulaba la resolución sancionadora de 401 euros por incumplir los días de parada impuesta por el ayuntamiento, dejando a la administración el pago de las costas.

"Ha sido una auténtica locura y una pesadilla. Ha sido un mal trago que me han hecho pasar, pero con la razón voy a todas partes", señala Freddy tras confirmarse la sentencia. "Lo que ha hecho el ayuntamiento es intentar encontrar un cabeza de turco para poder desarrollar la ordenanza nueva", dijo convencido de que ha existido premeditación en la actuación de la administración contra él, "si no, no se explica por qué han hecho lo que han hecho".

Todo empezó en abril del año pasado una vez que se establecieron por parte del ayuntamiento los turnos de parada para los profesionales del taxi en el municipio como método de prueba de cara a su aplicación una vez que se aprobara la ordenanza. Lo cierto es que Freddy, atendiendo a la demanda de taxis en horas punta en el aeropuerto de Los Rodeos, hizo una carga de pasajeros "que fue recriminada" por parte del delegado de turnos del lugar, a pesar de que "en ningún caso existía un decreto publicado en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) para dar cobertura legal a la prueba", tal y como defendía el taxista.

Tras ello, nuevamente, y tras recurrirse a la lista contraria (sistema interno que permite la llamada de taxis del turno anterior o posterior para cubrir la demanda de servicios ante la falta de vehículos) Freddy volvió a ejercer su derecho a cargar, tal y como avala la sentencia, toda vez que se constata la inexistencia de una regulación publicada oficialmente. Así se lo explicó en ese momento a los agentes de la Policía Local, situación que no evitó la apertura de un expediente que acabó con una sanción impuesta, que motivó que el taxista acudiera a los tribunales.

"La clave está en la llamada a los vehículos de la lista contraria, que yo estaba en ella, y que en ningún caso era legal una sanción por una prueba que no era oficial y que no estaba publicada en los boletines. Fue en el mes de abril y mayo y en todos los casos intentaron aplicarme el régimen sancionador de la nueva Ordenanza reguladora del 25 de diciembre, tras publicarse", dijo.

"Lo que está claro es que quisieron que fuera un cabeza de turco de su poder sancionador, pero la Justicia al final me ha dado la razón ante un capricho del ayuntamiento que me quiso poner como ejemplo para meter miedo al resto de profesionales del taxi que estamos trabajando en La Laguna", señaló indignado.

Considera lamentable que "a uno, queriendo trabajar, se le pongan todo tipo de trabas". Eso sí, "ahora que está publicada la nueva ordenanza, a pesar de que soy contrario a los días obligatorios de paradas, yo la respeto. Por eso paro, aunque no esté de acuerdo. Insisto, la clave está en la llamada de la lista contraria del delegado de turnos del aeropuerto, lo que me habilitaba para trabajar", dijo para concluir, esperando que se resuelva el conflicto en el sector.