La Gerencia de Urbanismo de La Laguna procedió a precintar ayer las obras que, apenas cuatro días antes, habían comenzado en el Convento de Santa Catalina de Siena, en La Laguna, por carecer de la correspondiente licencia municipal.

La suspensión se produjo alrededor del mediodía -los operarios trabajaron con normalidad durante la mañana-, después de una investigación realizada el jueves por técnicos de Urbanismo. Curiosamente, este periódico se había hecho eco del inicio de los trabajos un día antes.

Según detalló el concejal de Urbanismo de La Laguna, Juan Manuel Bethencourt, aunque se está tramitando una licencia, a instancias del Obispado de Tenerife, para esta actividad desde el pasado 17 de diciembre, ese permiso no ha sido aún concedido. "Y mientras no sea así, los trabajos no se pueden desarrollar", añadió.

El edil indicó, no obstante, que la obra puede ser "legalizable", es decir, que se podrá reiniciar la actividad en cuanto el servicio de licencias de la Gerencia de Urbanismo finalice la tramitación del permiso. "Quizás la semana que viene", especuló.

Es más, puntualizó Bethencourt, la obra, que consiste en hacer un hueco en el muro del convento que da a la calle Deán Palahí, rebajar parte del pavimento interior y habilitar unas dependencias para acopio de material cara a la próxima reforma del Noviciado, tiene incluso informe favorable de la Comisión Insular de Patrimonio del Cabildo de Tenerife, requisito indispensable para cualquier modificación al ser un inmueble catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC).

De la suspensión de los trabajos fue informado, también ayer, el promotor de la obra, el Obispado de Tenerife. Sin entrar a valorar la decisión del Consistorio lagunero, fuentes de la institución sí apuntaron que están estudiando si es necesario el permiso municipal para realizar unos trabajos como los que se llevan a cabo en Las Catalinas, teniendo en cuenta que contaban con el aval de la Comisión Insular de Patrimonio.

Cabe recordar que, según explicó este jueves el ecónomo diocesano del Obispado de Tenerife, Víctor Oliva, la obra ahora precintada era el anticipo de la que, si se cumplen los plazos, se hará a lo largo de este trimestre e implicará la rehabilitación del Noviciado.

Oliva también avanzó que el hueco que ya se ha hecho -sin licencia municipal- en el muro de la calle Deán Palahí será la entrada del futuro museo de arte sacro que albergará el Convento de Santa Catalina de Siena, un proyecto del que se habla desde hace más de un década.

Los primeros datos que se poseen sobre el convento de Santa Catalina de Siena, en el cual reposan los restos de Sor María de Jesús León y Delgado, más conocida como la Siervita de Dios, se remontan a la primera mitad del siglo XVI.