El Centro Social Okupado y Autogestionado (CSOA) La Tabona pidió ayer a la congregación religiosa de las Oblatas del Santísimo Redentor que reconsideren su decisión de desalojo del colectivo, a pesar de que el pasado día 15, se cumplía el plazo acordado entre las partes para desocupar el edificio que se encuentra al lado de la ermita de Gracia, y que según los abogados de la congregación, está puesto en venta.

En este sentido, el CSOA La Tabona anunció ayer que, a pesar de todo, van a seguir desarrollando sus actividades culturales en el inmueble.

Así lo aseguraron ayer dos miembros del colectivo, que quisieron obviar sus nombres para darle protagonismo a la decisión de la asamblea, en el marco de una rueda de prensa celebrada en el mismo centro con el objetivo de hacer pública su postura.

En ella se dejó claro que el colectivo La Tabona seguirá desarrollando las actividades que semanalmente llevan a cabo en espera de que "la congregación de las Oblatas reconsidere su decisión de desalojo y abandone la idea de poner fin al trabajo que se realiza aquí", apuntaron los intervinientes.

Sobre ello, se refirieron al hecho de hacer llegar a las Oblatas un resumen de las actividades, "trabajo que hemos esbozado en el dossier en el espacio con la aportación de los colectivos que son parte del CSOA La Tabona", un documento que "intenta explicar qué es este Centro Social Okupado y Autogestionado reflejando la actualidad de La Tabona".

El objetivo final del documento es entregarlo en una reunión entre el colectivo social y la congregación religiosa "para que nos escuchen y tengan en cuenta la realidad de lo que CSOA representa. Una realidad que pide a gritos ser valorada y no excluida".

Sobre la cuestión, señalaron que ha existido por parte de la congregación muy poca predisposición para tratar una posible solución a las demandas de La Tabona, que está inmersa en multitud de proyectos educativos y culturales. Esta actitud ha desagradado un tanto al colectivo, que ha visto cómo han dejado de lado una reunión pactada 15 ó 20 días antes del acuerdo de desalojo, cuestión que al final no ha sucedido.

"Se han lavado las manos porque no tenían interés alguno en reunirse", explicó otro de los miembros a modo personal.

Lo cierto es que La Tabona, de momento, resiste, a pesar del acuerdo de desalojo.