El ahora primer teniente de alcalde de La Laguna, el socialista Javier Abreu, reconoció ayer ante el juez César Romero Pamparacuatro, que instruye el caso Corredor, la celebración de una reunión, en torno al año 2005, entre el que en ese momento era concejal de Seguridad de La Laguna, Fernando Clavijo; el empresario Carlos Calderón (denunciante del caso y propietario del Sketch); Isaac Tacoronte; y el gerente de Urbanismo, Roberto Remiro, una cita que, a la postre, se convertiría en pieza clave dentro de esta macrocausa, en la que están imputados, entre otros, el propio Clavijo.

En su declaración como testigo, Abreu -en ese periodo concejal de la oposición- negó que en esa reunión se hablara de pactar horarios de cierre de la discoteca Sketch, y precisó que en ella se informó a varios empresarios de la noche sobre algunas ordenanzas municipales que tenían que ver, entre otras cosas, con ruidos en la calle.

Así lo aseguraron ayer fuentes jurídicas cercanas al caso -y lo ratificó en la tarde de ayer el propio edil lagunero-. Las mismas fuentes también apuntaron que Abreu negó que tuviera relación con el empresario y abogado Evaristo González, principal encausado en el caso Corredor. "Lo conozco de La Laguna, de hola y adiós. No tengo relación de amistad con él", aseguró Javier Abreu ante Pamparacuatro.

En la misma línea se expresó ante el juez, según las fuentes jurídicas consultadas, el gerente de Urbanismo de La Laguna, Roberto Remiro, quien también negó que en la mencionada cita se hablara de pactar horarios de cierre de locales de la noche.

Sí reconoció Remiro, no obstante, que un expediente sancionador de un local propiedad de Evaristo González estuvo "parado" en Urbanismo más de un año.