La Laguna tiene una cara B, un lado oscuro que para muchos grafiteros se ha convertido en el paraíso ideal para dejar sus marcas o sus manchas. Este "espectacular" lugar, según definen los propios vecinos, es el callejón del Barranco, justamente donde está ubicado el carril-bici que está asociado a una zona de paseo, y que parte de la trasera de la plaza del Cristo hasta el aparcamiento en donde estaba radicado el antiguo mercado del municipio. Discurre paralelo a la calle Nava y Grimón.

A lo largo de los más de 300 metros de longitud que tiene, se deja constancia del mal gusto de la mayoría de las pintadas. Unas "manchas" que han invadido, incluso, fachadas de viviendas particulares que tienen salida o no al propio paseo. Y por si fuera poco, la zona se ha convertido en un auténtico cagadero para perros, "tanto que hay que estar pendiente continuamente para poder sortear los excrementos", señaló uno de los denunciantes.

Cansados de esta situación que dura ya muchos años, vecinos de su entorno y paseantes denunciaron ayer el estado en el que se encuentra todo el recorrido porque "la gran mayoría de las fachadas son de ámbito privado y la gente las violenta con pintadas y chorradas de todo tipo", explicó una de las señoras que habitualmente hace ejercicio por esa zona.

"Creo que deberían poner cámaras para ver quiénes son los que hacen todo esto, porque no respetan nada de nada. Hace unos años una de las comunidades del entorno del Cristo colocó cámaras, pilló a los grafiteros y al final fue multado porque no tenía permiso para ponerlas... Así es imposible y a nadie se le responsabiliza de nada de lo que ocurre en el callejón", señaló otra vecina tras ser cuestionada por las pintadas que existen en la calle.

Por otra parte, una residente que también pasea habitualmente por la zona señaló que "cuando se trata de auténticas obras de arte en sitios en los que hay permiso, no hay nada que objetar. Hay que reconocer su trabajo. Pero están los otros, que buscan hacer daño a la propiedad privada. Eso me parece fatal".

Hizo hincapié en la necesidad de buscar una solución a un problema que "está ocurriendo en otras partes del municipio y que es difícil de erradicar".

Otra de las cuestiones que los vecinos pusieron sobre la mesa es el problema de los perros: "Yo siempre lo paseo por aquí y si en algún momento hace sus necesidades lo recojo y si orina le echo agua con jabón con la botella... A ver si la gente es un poco más consciente y no deja que sus animales dejen sus restos por aquí", dijo.

Para concluir, otro de los consultados señaló que "no escapan todos, porque hay gente que sí recoge la basura, pero luego la bolsa no la lleva a un contáiner, sino que la tira por detrás del murito".

María Monedero

vecina

"Daño a la propiedad privada"

María Monedero es una usuaria de la vía que lamenta que "se dañe la propiedad privada con los grafitis en las fachadas". Señala que existen buenos trabajos, "pero otra cosa muy distinta es lo que han hecho".

Álvaro Bueno

vecino