Javier Abreu dio ayer un paso más en su estrategia de presionar a Coalición Canaria (CC). El candidato socialista a la Alcaldía y concejal electo dejó casi cerrado el apoyo de Ciudadanos (C''s) a una hipotética investidura, al firmar el decálogo de regeneración democrática planteado por la formación que lidera en La Laguna Teresa Berástegui.

Con el apoyo de C''s, que el pasado 24 de mayo logró dos concejales, quedaría resuelto el problema de una mayoría de gobierno, por la derecha, que encabezaría el propio Abreu y que debería apoyar también Coalición.

La suma daría los 14 concejales que, hasta el momento, no ha podido lograr la formación nacionalista que encabeza José Alberto Díaz, a quien Ciudadanos ha negado su apoyo como alcalde.

Claro que la operación no deja de ser, por ahora, una hipótesis más de cuantas sumas se vienen haciendo en las últimas semanas en el complejo escenario político que se abrió el 24 de mayo.

Y no se antoja viable si se tiene en cuenta la firmeza con la que CC ha tratado de defender la Alcaldía, reforzada con el argumento de que fue la fuerza más votada.

Con todo, Abreu advirtió ayer en la Ser de que tiene el "mismo derecho" y los "mismos argumentos" que ha utilizado el alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, para romper con la disciplina de partido y pactar con otras fuerzas que no sean CC. Hacía referencia a un posible acuerdo con Unid@s se Puede y XTF-NC.

"¿Creen que tiene lógica lo que ha pasado en Santa Cruz?", se preguntó el también secretario general del PSOE lagunero.

Para el concejal socialista, la diferencia entre un caso y otro es que la aritmética -que llevó a Bermúdez a pactar con el PP- "no vale para hacer política". "Para hacer política hay que ser serio, riguroso y responsable. Creo que mi partido tiene que decir que lo que vale para un lado vale para otro, y, si no, hay que modificar las reglas del juego", remarcó.

Hasta que se constituya el Ayuntamiento de La Laguna, el 3 de julio, Abreu advierte que no descarta nada, pues los dictados en materia de pactos "no pueden ser solo los que marque CC". "La mesa de negociación tiene dos partes y yo no he escuchado a la parte del PSOE. Si a mí me pidieran algo, tendría que ser en la misma sintonía que lo que se pida en Santa Cruz", comentó.