Es la avenida César Manrique y es referencia del campus de Guajara, justamente donde confluyen las facultades de Economía, Empresas y Turismo y de Derecho, de Ciencias Políticas y Sociales, Ciencias de la Información y otras vitales secciones. Es, además, una de las conexiones directas a la autopista del norte y la válvula de escape de los pueblos de Gracia y Finca España y de La Cuesta, en general, y es cruce de caminos porque una de las paradas del tranvía se encuentra a menos de 15 metros.

En cambio, a pesar de ser un nudo de comunicaciones de primera importancia y de ser uno de los puntos más transitados de peatones y de tráfico, más bien parece un campo de minas en donde los complementos que conforman la infraestructura están deteriorados.

Hace 8 años nadie preveía que la pomposa avenida César Manrique, que además tuvo problemas por expropiaciones judicializadas, hoy en día sería una vía con escaso mantenimiento a lo largo de todo su recorrido. No ya por los hierbajos que existen en las aceras o la ramblita, sino por cómo está la banda de rodadura o sus aceras desde la rotonda de Finca España hasta el primer pulpo de Alcampo.

En cuanto a las aceras, en algunos puntos las baldosas están sueltas o simplemente no existen o hay que buscarlas en las jardineras con el consiguiente peligro para los vecinos, estudiantes y usuarios que transitan por ella y se encuentran con agujeros que hacen peligrar sus tobillos.

De forma generalizada, en algunos tramos de la acera se puede percibir cómo está hundida en la zona próxima a los muros a lo largo de su recorrido con lo que se multiplica por dos el peligro de sufrir una lesión por no tener esta zona peatonal en las condiciones debidas.

En cuanto a los dos carriles en sendos sentidos, el cruce de la avenida César Manrique y la calle Profesor José Luis Moreno Becerra es crítico porque es aquí por donde se producen la mayoría de las afecciones en cuanto al tráfico rodado.

En el entorno de la rotonda, en donde además, cruza el tranvía entre Santa Cruz y La Laguna, todas sus incorporaciones están deterioradas. Desde el gran imbornal que existe en la parte alta, que se encuentra hundido varios centímetros, hasta el deterioro del empedrado en las salidas y las entradas de la rotonda.

La crisis ha hecho que no se reponga, sino que los baches se solucionen con una capa de asfalto en espera de que algún día el Ayuntamiento de La Laguna, que es el que tiene la competencia, adecente convenientemente la zona, bien reponiendo la piedra o quitándola para poner un pavimento de bajo mantenimiento.

Hasta ese entonces, "ajo y agua", y a esperar por la avenida César Manrique. Si el afamado artista levantara la cabeza...