La resolución del conflicto en las grúas de La Laguna parece que toca a su fin. José Luis Tacoronte, presidente de Asociación Canaria de Empresas de Auxilio en Carretera (Aceac) y propietario de Grúas Sur, se ha hecho con las acciones de Autogrúas Poli, empresa que, con algunas dificultades, ha venido prestando el servicio de recogida de vehículos hasta ahora.

Aunque el nuevo dueño se mostró cauto ayer sobre el estado de la negociación, fuentes municipales confirmaron que la operación está cerrada desde el pasado viernes.

"Estamos ultimando toda la documentación y esta misma semana nos reuniremos con el personal y comunicaremos la decisión", apuntó Tacoronte, quien explicó que lo "único" que va a cambiar es la dirección de la empresa, es decir, sus administradores.

"La empresa sigue siendo la misma, aunque esperemos que en mejores condiciones. Ese es el objetivo", añadió José Luis Tacoronte, cuya empresa tiene adjudicada la recogida de vehículos de Adeje y Arona. "Queremos que se preste un servicio en mejores condiciones y que los trabajadores y todo el equipo estén al día en todos sus derechos", precisó el nuevo propietario, consciente de que los empleados de Autogrúas Poli han estado largos periodos sin cobrar sus nóminas.

En este sentido, el empresario descartó que se vaya a prescindir del actual personal y, aunque no quiso asegurar que se vaya a ampliar la plantilla, sí avanzó que "la empresa hará todo lo que sea necesario para mejorar".

A Autogrúas Poli, que ganó el concurso convocado por el ayuntamiento hace once años -2004-, le restan aún 14 años de contrato, cuatro del actual más dos prórrogas de cinco años.

En todo este tiempo, la compañía ha estado rodeada de polémica. Tras un conflicto interno, en 2011 siete trabajadores crearon una sociedad limitada y se hicieron cargo de la empresa -la que compra ahora Tacoronte-.

Pero las cosas no salieron como esperaban. Tanto que, en enero de 2014, el Ayuntamiento de La Laguna se vio obligado a hacerse cargo "temporalmente" de la gestión de las grúas para garantizar la prestación de este servicio en el municipio. Lo que comenzó siendo temporal, sin embargo, se convirtió en continuo y el consistorio ha mantenido su intervención hasta ahora, haciendo hasta dos préstamos para que pudiera hacer frente a los salarios de sus empleados, entre otras obligaciones.