La AV Las Chumberas reclamó ayer al Ayuntamiento de La Laguna la limpieza y el cierre de un desguace y chatarrería que se encuentra en la calle Volcán Nevado del Ruiz y que genera muchas molestias a los edificios de viviendas de su ámbito. En este sentido, los representantes del colectivo vecinal advierten del peligro continuo existente en el área de estas instalaciones que están muradas y aseguran que son un foco de ratas, bichos y malos olores.

Cansados de la situación, el secretario de la asociación y uno de los vocales de la misma, Roberto Medina y José Antonio Muñoz, respectivamente, junto al presidente, Daniel Plasencia (que no estuvo presente ayer en la visita), denunciaron el inmovilismo del consistorio local porque la chatarrería es considerada "un peligro real".

Sobre ello recordaron que ya el pasado 1 de febrero de este mismo año "en el interior del recinto se produjo un incendio. Los bomberos tuvieron que intervenir y enfriar unas bombonas de soldadura por el peligro que existía de explosión. También tuvieron que desalojar a varios vecinos de las casas colindantes por seguridad".

"Lo malo es que puede volver a ocurrir, tal y como sucedió antes. Ese desguace hace las veces de chatarrería y es normal ver a gente en su interior con las máquinas. Eso genera muchos ruidos. Además, no hay medidas higiénicas para tener ese espacio en esas condiciones. Los vecinos del entorno han denunciado la existencia de ratas y bichos y todavía eso sigue ahí", dijo el secretario de la AV Las Chumberas.

Medina señaló que "si esta chatarrería estuviera en La Manzanilla o Guajara le aseguro que ya estaría cerrada desde hace mucho tiempo... Será que somos ciudadanos de tercera porque no nos hacen caso. Hemos recibido muchas quejas de los vecinos y como tal lo trasladamos. Y es que tienen razón. Lo que pedimos es que el consistorio intervenga y queremos que esto desaparezca".

Por su parte, fuentes del ayuntamiento consultadas aseguraron ayer que la instalación tiene un expediente abierto en el que le solicita la mejora de las condiciones del interior del recinto. Dijeron que no ha existido dejación de funciones y confirmaron la existencia de multas accesorias por distintos motivos que no se quisieron desvelar, y apuntaron que los expedientes tienen un proceso vinculado a los plazos y notificaciones, señalando que en ningún caso se puede saltar la ley.

A pesar de los intentos, EL DÍA intentó contactar en reiteradas ocasiones sin éxito con el propietario para conocer su versión.