Presidente de la Asociación del Pequeño y Mediano Comercio de La Laguna (Alapyme) desde hace más de una década, Víctor Núñez advierte de que los alquileres excesivos pueden perjudicar el comercio tradicional del casco lagunero y pide un mayor esfuerzo para aumentar la planta alojativa del municipio.

¿Qué expectativas tienen para la campaña de Navidad, que está a la vuelta de la esquina?

Siempre es impredecible. Es una campaña que se centra en muy pocos días. Pero las expectativas son buenas porque, al final, el consumidor reacciona y compra. Lo interesante sería, según las asociaciones de consumidores, que las compras se distribuyeran en un periodo de tiempo más largo para tener más juicio crítico.

¿Se nota movimiento en las semanas previas?

Estamos en un periodo un poco raro porque la climatología tampoco ha ayudado gran cosa. Con calor no apetece probarse las prendas de invierno.

¿Qué espera de esta Noche en Blanco?

Es el detonante que arranca las fiestas de Navidad. Hasta la fecha ha funcionado muy bien, y esperamos que este año vaya por los mismos derroteros. La ampliación del espacio ha sido importante para evitar aglomeraciones.

¿Apoyaría otra Noche en Blanco en otra época del año?

Se ha hablado, pero una y otra vez se ha desechado. No la consideramos la mejor. Una reedición basándose en los mismos conceptos en otro momento del año podría convertirse en hartazgo. Haría perder el impacto que se pretende. Se pueden hacer cosas alternativas, pero exactamente lo mismo, no.

Una de las novedades de la edición de 2014 fue el estreno del mercado de San Pablo. ¿Alapyme ve positivo que se reabra, tal y como pretenden los dueños del inmueble?

Sea con el formato anterior o con otro lo interesante es que no haya nada cerrado, que todo esté funcionando, que haya vida en la calle.

El comentario en la calle es que los alquileres se han disparado. ¿Puede tener un efecto negativo?

Los precios, que son libres, están sometidos a la ley de la oferta y la demanda. Pero creo que hay que ser prudente porque las millas de oro se pueden mantener o destruir. Disparates no creo que sea lo más conveniente porque terminaría por alejar a inversores de la zona y eso supondría un vacío. (...) No interesa nunca que un centro histórico se vacíe porque o se deteriora o se convierte en un decorado. Hay que calibrar muy bien el tema. Un exceso de los alquileres podría ser negativo en un momento determinado.

Se puede perder el carácter tradicional y que solo puedan instalarse las grandes multinacionales.

Es que puede ser sustituido (el mercado tradicional) por franquicias, con lo que se vende en todos sitios lo mismo que en todos sitios. Y eso no tiene atractivo.

Se habla en algunos ámbitos de recuperación económica. ¿Lo notan?

Ha habido altibajos. Tenemos que distinguir la macroeconomía y los anuncios adobados convenientemente de campaña electoral que estamos viviendo. (...) Según los indicadores macroeconómicos parece que hay un remonte. El problema está en el dinero de los bolsillos de las familias de la clase media, que es la que consume. Y ahí creo que no se ve, de momento, ese tipo de recuperación. No vamos a volver a la época anterior, pero pienso que hace falta un poquito más de alegría. El consumo sigue restringido.

Muchos recuerdan aún el recorte de la paga a los funcionarios como un punto de inflexión. ¿La recuperación de este sueldo se notará en Navidad?

Sin duda, es importante. Eso va a ayudar. Aquello fue un disparate que se notó muchísimo.

El número de turistas parece que sigue aumentado en la ciudad. ¿Se está haciendo lo suficiente? ¿Qué tipo de turismo le interesa a La Laguna?

Todavía faltan muchos estadios para poder sustanciar un beneficio económico para la ciudad. Por la información que da el Centro de Visitantes la afluencia es cada vez mayor, pero la incidencia económica no se nota tanto como se podría esperar.

¿Por qué?

Muchas veces son viajes guiados que no suelen dejar dinero, salvo que el guía tenga algún tipo de acuerdo. El que suele consumir es el turista residente (conciudadano), que conoce la zona y viene a comprar. Y luego están los que vienen por libre, que suelen consumir más, aunque sin grandes locuras. El que sí consumía, y mucho, era el turismo ruso. Pero con la crisis de Ucrania se ha desinflado.

¿Qué haría falta?

Otro tipo de atracción distinta. Tenemos una universidad con un potencial económico importante. Y no solo por la universidad en sí, sino por la celebración de congresos. La Laguna no está preparada para congresos científicos. No tiene medios suficientes. El ayuntamiento tendría que tomarse muy en serio este asunto. Al igual que la propia Universidad. Resulta triste que venga gente a un congreso aquí y los lleven a Arona.

¿No se aprecia cierta distancia entre el centro docente y el consistorio?

La ciudadanía y la corporación viven, generalmente, de espaldas a la Universidad y viceversa. Sacar el campus para abajo (Guajara) no ha sido nada bueno desde el punto de vista económico para la ciudad. Se tenía que haber buscado otra alternativa.