Está tan centrada en su área que, lejos de mojarse o teorizar sobre el pacto, María José Castañeda obvia cualquier polémica, se reserva su opinión para los debates internos y sí subraya los nuevos tiempos que debe vivir el sector turístico local, con una apertura de oferta que no ponga todo el énfasis en lo de Patrimonio de la Humanidad.

¿Qué balance hace de Fitur?

Presentamos la aplicación, ya que, sin ella, hoy estás perdido, y la conclusión es positiva. Nunca había estado en ferias y me parece importante porque representas al municipio y te informas de lo que hacen otros. Además, está lo de Patrimonio de la Humanidad y nos reunimos con operadores...

¿Cerraron acuerdos?

Con las 15 ciudades patrimonio firmamos un convenio. Con los operadores, no; fue un primer contacto y hemos seguido trabajando en varias actividades a desarrollar.

¿Qué acogida ha tenido la aplicación, se le ha puesto algún pero?

No lo he recibido, pero solo lleva dos semanas de vida.

¿Qué destacaría de ella?

Una de las claves es que llevamos 16 años con el galardón de patrimonio como bandera, pero hemos descubierto que hay actividades complementarias muy potentes que debemos explotar.

¿Cómo cuáles?

El senderismo, por ejemplo. El turismo necesita actividades en la naturaleza y tenemos Anaga ya como Reserva de la Biosfera, las piscinas naturales con bandera azul, la gastronomía, el trazado de calles y el patrimonio civil, que hacen que apetezca venir a comer.

¿Lo de hacer algo diferente en Fitur se repetirá en otras ferias?

Debe tenerse en cuenta el presupuesto y buscar fórmulas que llamen mucho la atención, al tiempo que son muy económicas.

Hay nuevo presupuesto, ¿cómo queda la partida para Turismo?

Desciende.

Por tanto, no está satisfecha...

No puedes estarlo, pero, cuando el recorte es general, poca opción tienes para luchar. Otra cosa es que otras áreas suban y la tuya no.

Pese al recorte, ¿qué objetivos se marca para este año?

Queremos una reestructuración y modernización de los puntos de información turística.

¿Por qué?

Porque hay turistas que vienen con sus paquetes organizados, pero se ve a otros despistados por la calle. No saben llegar al casco y a ciertos sitios: esto hay que facilitarlo.

¿Con informadores a su encuentro en las calles y ciertos lugares?

Exacto. Hemos difundido solo el patrimonio y debemos centrarnos en otras cosas para que los turistas sepan la oferta y cómo moverse sin necesidad de visitas guiadas.

¿Muchos turistas se van?

Sí, al no saber qué acciones pueden hacer. Por eso, trabajamos en una guía de servicios para que vean lo que hay y cómo moverse.

¿Esto requiere más personal?

No, sino redistribuir el que hay en los 5 puntos de información y que haya más eficiencia.

¿Qué otras carencias tienen para que haya más turistas, se queden o se hospeden más?

Más hospedajes es difícil, pero no somos destino turístico...

Ni pretenden serlo...

No creo que sea lo mejor...

¿Y la costa?

Tiene su hotel, que además está muy bien: la oferta hotelera es bastante buena en general...

¿No necesita ampliarse?

Quizás en algunas plazas, pero nunca seremos el Puerto de la Cruz.

¿Al menos un segundo hotel costero y más en casas señoriales?

Lo de las casas sería distinto, pues es una oferta diferenciada, pero se trata de un trabajo a 4 años, de hormiguita... Hay que aumentar las plazas un poco, y en la costa tenemos el hotel Neptuno, que sería bueno que alguien lo explotase.

¿Hay mucha oferta de vivienda vacacional a la espera del decreto?

Hay gente pendiente y, para nosotros, sería muy bueno tener esa oferta reglada; el municipio podría asumirla sin problema.

¿Hacia dónde debe ir el área?

Ha de ir de la mano de Cultura, Comercio y Patrimonio. El comercio debe adaptarse, pues está muy obsoleto en nuevas tecnologías: hay que darle herramientas.

¿Está anclado el empresario?

No, pero debe modernizarse. Por ejemplo, si queremos reforzarnos como destino, debemos saber idiomas y esa carencia existe.

Prudencia sobre el pacto

Castañeda se mostró ayer muy prudente sobre el pacto local y no se pronuncia sobre lo ocurrido con Abreu. Destaca que la oposición no le haya bloqueado ninguna iniciativa y cree que el gobierno en minoría se mantendrá los 4 años, tal y como sostiene el alcalde. Lo mismo aplica al acuerdo regional, si bien admite que es poco intuitiva y se limita a lo que sale en los medios. Aun así, confía en que se reconduzcan los incumplimientos y lo deja en manos de la mesa del pacto. En su opinión, y como ha ocurrido en La Laguna, hay que acostumbrarse a la mayor diversidad y a gobiernos más complejos, "pues es lo que votó la gente".