La salud de las palmeras del Camino Largo mejora. Eso se desprende de las manifestaciones del concejal de Servicios Municipales del Ayuntamiento de La Laguna, Javier Abreu, que informó ayer de que los ejemplares que actualmente están afectados por hongos en este singular enclave se han reducido a cuatro, si bien, a inicios de año, eran 15 los que estaban infectados por el organismo que produce la fusariosis -el "Fusarium oxysporum"-.

"Las palmeras responden habitualmente a los tratamientos", explicó el también primer teniente de alcalde, que puntualizó que tampoco hay que descartar que esos hongos vuelvan a aparecer. Sí ha ocurrido que, en uno de los ejemplares, el método aplicado no ha tenido los resultados esperados y no ha conseguido recuperarse. "Estamos esperando al permiso del Cabildo de Tenerife y del Gobierno de Canarias para que pueda ser retirado", señaló el político socialista, antes de detallar que esto se debe a que la palmera canaria es una especie protegida y que, por tanto, es necesario disponer de esa autorización para que finalmente pueda ser eliminada.

Aseguró Abreu que el sistema que se sigue en esos casos es escrupuloso: se procede a la tala, se destruye la palmera en el vertedero de Arico y se lleva a cabo la desinfección de la maquinaria que fue utilizada para evitar que se propague la infección. Por último, el proceso culmina con la plantación de una nueva que sustituya a la anterior, lo que, dijo, es una obligación "legal y moral".

Sobre la pérdida de una de estas plantas, relativizó el hecho al apuntar que el municipio cuenta con "un par de miles".