Las fiestas de Tejina 2015 parecen no terminar. Y no por la pasión con la que este núcleo lagunero vive su principal tradición -Los Corazones-, sino por las deudas que contrajeron los responsables de gestionar la edición del pasado verano y que han dejado a varios afectados, de los que dos de ellos han decidido en los últimos días quejarse de lo ocurrido.

El primero en expresar su malestar fue el poeta Juan Carlos Monteverde, "Monty", ganador del concurso de poesía convocado en el marco de esta festividad y que, a través de un artículo, denunció los reiterados retrasos para abonarle la dotación económica del premio. Ayer, en declaraciones a este periódico, señaló que, durante meses, ha recibido evasivas por parte del equipo que estuvo al frente de los festejos, con el que, agregó, en algunos casos ha tenido grandes dificultades para poder contactar.

Otro caso es el de Miguel Arroyo, responsable de un alojamiento en La Verdellada que no ha cobrado alrededor de 4.500 euros. Según explicó, en la instalación de la que se encarga se hospedó durante diez días el grupo de danza vasco Gero Auxar y, pese a sus repetidos intentos, no ha logrado el dinero. El resto de la historia es más o menos la de Monteverde. "Ayer [por el lunes] se pusieron en contacto conmigo, se ve que han visto lo que se ha publicado, y me dijeron que querían reunirse", indicó Arroyo sobre un ofrecimiento que, cansado, rechaza si no hay algún "depósito" económico previo.

Ambas versiones son solo la punta de una historia bastante más compleja, en un sitio pequeño, con gente enfrentada. No en vano, desde la comisión de fiestas 2015 explicaron que lo sucedido se debe a causas que poco tienen que ver con ellos: el equipo que se iba a encargar de la edición de 2016 -acabó dimitiendo- no les pagó varios miles de euros por la explotación de un quiosco (los acusados han dicho públicamente que no se lucraron), ayuntamientos a los que habían "vendido" actuaciones de Gero Auxar aún no les han pagado y, con el "cambio político", el consistorio lagunero les ha "echado para atrás" facturas, si bien ya tienen concertada una cita con el alcalde. A ello añadieron que entienden el "enfado" de quienes se han quejado, que siguen trabajando y que nadie se va a quedar sin cobrar.

¿Y a cuánto asciende la deuda total? No lo precisaron (hay quienes la sitúan por encima de 10.000 euros), aunque dijeron estar dispuestos a mostrar las cuentas a los "vecinos del pueblo".