"Los que me conocen a mí y a los socialistas laguneros saben que nuestro compromiso estaba con el municipio; lo dijimos en campaña, lo mantenemos ahora y, pase lo que pase, así va a seguir siendo en el futuro". Así se expreso ayer en Radio El Día el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de La Laguna, Javier Abreu, que llegó a ser aún más claro sobre su situación: "Mi compromiso es con La Laguna, y seguiré aquí hasta el final del mandato".

En una entrevista en el programa "El día por delante", Abreu reconoció que tanto desde el Partido Socialista (PSOE) como desde Coalición Canaria (CC) le han ofrecido funciones en el Gobierno de Canarias para que deje el Consistorio lagunero, si bien, añadió, esas "insinuaciones" le han llegado con "mensajeros", no así de la vicepresidenta regional o de la Secretaría General. "No lo he aceptado y ni siquiera lo he meditado; he dicho que no desde el minuto uno", afirmó más adelante.

¿Cómo está su posición en el partido? "Mi relación con los compañeros es buena; soy del PSOE desde chico", aseguró el también secretario general de los socialistas laguneros, que admitió, eso sí, haberse sentido solo en la organización durante su lucha de los últimos meses. "Pero dentro de La Laguna me he notado muy arropado por mis compañeros, así como por las asociaciones y colectivos", mantuvo Javier Abreu.

En relación a la división existente entre los ediles socialistas, negó ese extremo. "Hay unanimidad", sostuvo el político tras apuntar que, ante la situación que se ha vivido en la Corporación lagunera, el grupo ha actuado con "coherencia y firmeza" desde el principio, y agregó que fue el secretario de Organización, Julio Cruz, el que les remitió una carta impidiéndoles salirse del pacto.

En ese punto, planteó que quizá estaría "hasta más cómodo" desarrollando alguna labor en otra institución, pero que tiene un "compromiso" con los ciudadanos, militantes y colectivos. "Cuando uno da una palabra debe cumplirla", remachó sobre esa posibilidad del cambio de función, que en los últimos días parecía haber cobrado fuerza.

Si bien señaló que no ha habido conversaciones "oficiales" para la conformación de una nueva mayoría en el municipio, sí que dijo que habla con los partidos de la oposición "todos los días y todas las semanas". "Nos llevamos todos relativamente bien", explicó el dirigente sobre el grado de coordialidad con unas formaciones de las que, en más de una ocasión, se le ha situado cerca.

A su juicio, lo ocurrido hasta ahora en La Laguna ha sido una "agresión" sufrida por el PSOE y que se une a otras, e instó a quienes están en la dirección a que "reaccionen" y "tomen decisiones". "Es verdad que la responsabilidad puede al Partido Socialista; por ser tan responsables, a veces nos dan cachetones por todos lados", opinó Abreu en la entrevista en clave más regional.

La carta a la Regional, con otros objetivos

Fuentes del PSOE apuntan que la carta que remitió Javier Abreu a la Dirección regional -para consultar los pasos a seguir ante la negativa, según el edil, de CC a devolver Aguas- cuenta más con la función de "enredar" que con un objetivo real. Según estas mismas voces, Abreu tiene pleno conocimiento de que estas decisiones no pasan por el partido en Canarias, sino por la Federal, y que la forma de devolver esa responsabilidad al PSOE es que designe a otra persona para que esté al frente de ella. No en vano, se llegó a comentar en una reunión de la Mesa del Pacto que sería la Dirección nacional y Coalición los que tratarían el caso lagunero, y fueron Fernando Clavijo, José Miguel Barragán, César Luena y Pedro Sánchez quienes decidieron que se buscara alguna fórmula para que Abreu pasara al Gobierno canario o que, si insistía en no irse, que se intentara dejar el problema en un segundo plano, en un encuentro que llegó a suscitar dudas entre miembros de la alta militancia regional al entender que quitaba soberanía al PSOE de las Islas.