El pasado jueves, la planta inferior se mostraba ya bastante avanzada, en apariencia casi terminada; en la mañana de ayer incluso se distinguía el avance de las primeras vigas superiores. El nuevo edificio en el que vivirán los afectados de la urbanización social Francisco Javier Centurión -más conocida como El Centurión-, en el barrio de San Honorato, ha progresado en los últimos meses y se prepara ya para su "despegue".

Del inmueble, que tendrá forma de dado para tratar de paliar el "efecto torre", está ejecutado actualmente en torno al 6% del total, las denominadas plantas bajo rasante, destinadas a garajes y trasteros, y la previsión es que en la primera semana de marzo esté finalizado el forjado de esos niveles. Mientras tanto, el objetivo que se persigue es que el resto de la estructura -las siguientes alturas de forjado hasta completar el total de la obra- estén realizadas a finales del mes de mayo.

Según apunta la concejala de Vivienda del Ayuntamiento de La Laguna, Flora Marrero, la obligación de la empresa es tener terminado el 60% del proceso antes del 1 de octubre. "Se trata de un compromiso con los vecinos de este edificio que ya empieza a vislumbrarse", celebra la nacionalista sobre una actuación que, recuerda, se une a acciones de sustitución de Las Chumberas y a otras de rehabilitación y mejora de la accesibilidad, como La Verdellada, El Cardonal y Princesa Yballa.

El caso concreto de El Centurión, albergará a las 56 familias que vivían en la vieja construcción, en la que en 2006 fueron detectados problemas de mantenimiento y conservación, especialmente en las cubiertas, que hicieron necesaria la reposición. Tras años de lucha, la solución, ahora sí, parece encarrilada. Esta tendrá forma de inmueble con dos plantas inferiores (en las que ahora se está trabajando) y ocho sobre rasante, de las que siete serán de viviendas y una para servicios comunes y locales.

De forma más detallada, y aparte de los citados 56 domicilios, habrá dos espacios comerciales, 62 plazas de aparcamiento y 56 trasteros en sótanos, gracias a una acción que está siendo financiada por el Ministerio de Fomento (34%), el Ayuntamiento de La Laguna (33%), el Gobierno de Canarias (23%) y el Cabildo de Tenerife (10%), con cargo a las anualidades de los ejercicios 2015, 2016 y 2017.

Cabe indicar que el total de las obras que se están ejecutando es de algo más de siete millones de euros, cuantía en la que se incluyen no solo los trabajos de nueva edificación y demolición de las viviendas, sino los correspondientes a las reurbanizaciones de sus entornos, así como a los gastos de los equipos técnicos de gestión y los costes de los realojos de los vecinos que se han visto afectados.

A propósito del derribo, se ha comenzado ya con los trabajos de desamiantado (retirada de los depósitos y techos de amianto) y eliminación del tendido eléctrico de la fachada. Será una vez finalizadas esas actuaciones preliminares cuando llegará el momento de la demolición en sí, que se estima que pueda acabarse plenamente a finales de mayo, coincidiendo también con la culminación del forjado de las ocho plantas sobre rasante del nuevo edificio de San Honorato.

Las obras, como se recordará, fueron iniciadas el pasado verano, mientras que los vecinos afectados por el desalojo de sus anteriores viviendas esperan desde hace años en pisos de alquiler. Hoy la vuelta a una casa propia parece un poco más cercana.