Los vecinos de Las Mantecas contrarios a la construcción de una nueva estación de servicio a escasos 75 metros de la gasolinera Pcan existente en la rotonda, frente al futuro Polo Científico y Tecnológico, reclamaron ayer a la Gerencia de Urbanismo el cambio de calificación del suelo industrial dentro del Plan General de Ordenación (PGO) vigente que permite los nuevos surtidores. En este sentido, la recalificación modificaría el uso del terreno y pasaría a tener uno residencial.

Pero una cosa es lo que pretenden y otra cosa muy distinta el problema jurídico que se le plantea al Ayuntamiento de La Laguna: que se pida la licencia, siendo completamente legal, y que luego se modifique el PGO, lo que tendría consecuencias de todo tipo.

Así lo defendió la edil de Urbanismo, Candelaria Díaz, que dio la cara ante una veintena de vecinos del ámbito (principalmente de los adosados del frente de la avenida Los Menceyes y de la calle Roque Taborno) reunidos para aclarar dudas y debatir. "E un grave problema que se cierne sobre nuestras familias", afirman.

Los vecinos incidieron en que la actividad de la gasolinera no puede estar por encima del interés público, en este caso, "el de los residentes que allí vivimos". Destacaron "la duplicidad del riesgo por vivir entre dos gasolineras", así como las molestias derivadas del ruido, los olores y los posibles derrames (se recordó el caso de Los Majuelos) y las condiciones urbanísticas a las que se debe someter el complejo, "que no están muy claras", dijeron, entre otras cosas.

Sobre ello, la concejal dejó claro que es la Consejería de Industria regional la última administración que daría el visto bueno al surtidor, teniendo en cuenta que el último documento que se tendrá en cuenta, y por tanto casi el más importante, es el relativo al estudio de Tráfico, del que sí tiene que informar el Ayuntamiento de La Laguna y que de momento se debe subsanar para el encaje de las entradas y salidas y de la propia parada de guaguas.

Díaz aseguró que los promotores han entregado en la Gerencia los proyectos técnico, de urbanización y el básico de actividades, pero que en ningún caso están completos y el expediente está parado, y afeó a los ediles de Unid@s Se Puede José Luis Hernández y José Marrero sus intereses en "politizar un asunto que afecta de esta forma los ciudadanos", concluyó con firmeza.

Los problemas del tráfico en La Cuesta, que se podrían agravar con la gasolinera, salieron a la luz. Minutos más tarde, un accidente en un paso de peatones sirvió de ejemplo para rechazar el proyecto.