Vecinos de La Punta y usuarios de los charcos de Las Furnias reclamaron ayer el arreglo y la reposición del acceso al espacio después de que el mar se llevara el camino habilitado por la Concejalía de Obras e Infraestructuras. Esta pasarela se produjo añadiendo elementos de madera que hacían más atractivo el acceso desde las escalinatas hasta llegar a los charcos, pero la acción del mar destrozó el pequeño paseo de unos 20 metros de longitud.

Hoy en día, el acceso desde esas escaleras es un camino predegoso que hace imposible que sobre todo las personas mayores lleguen a los lagos. Precisamente, esta es la mayor de las demandas de los vecinos con cierta edad que ven imposible llegar a los charcos donde tradicionalmente se pegaban un baño.

"Somos muchas las personas mayores que ya casi no podemos ir. Hay personas con bastón a las que se les hace imposible llegar. Pero no ya solo ellos, sino vecinos de todas la edades, que tienen la sensación de que han perdido un espacio de mar en vez de ganarlo y todo después de que el ayuntamiento metiera mano para su arreglo", explicó uno de los convocantes.

"Es más, antes había un camino delimitado con cemento y piedra que facilitaba el acceso directo a los charcos. Luego acabaron con él y pusieron una pasarela con tablones. Lamentable, no se han enterado de que unas maderitas no pueden soportan los embates del mar. Hoy en día las maderitas que sobrevivieron están durmiendo con Morfeo en un rincón del campin de La Punta", señaló otro de los consultados.

Señalan que sobre todo los mayores son los más afectados, ya que se tienen que jugar la vida si quieren pegarse un chapuzón. "Dirán que si no nos podemos bañar que lo hagamos en otra parte, pero no pueden cortar de raíz una costumbre de años, que es disfrutar de los charcos de Las Furnias".

Denuncian, además, que otro de los grandes problemas del espacio es que son muchos los vecinos los que llevan a sus perros a los charcos. "Es impresentable. Al final lo que han hecho es hacer un espacio para perros que ni mucho menos cuidan. Uno no puede sentarse tranquilo en una piedra porque igual ha venido un perro y ha echado una meada allí".

"Hay días que está todo hecho un asco. Te puedes encontrar con una sorpresa pisando un recoveco", explicó otro de los denunciantes, que reclamó que la convivencia entre vecinos y animales se regule convenientemente, recordando que "el medio natural de los perros no es el mar".

Por todo ello, los vecinos denunciantes reclaman que el arreglo y la reposición completa del acceso a los charcos, así como limitar el espacio a los animales de compañías. "No sé cómo se podría hacer, pero algo tendrá que hacer el ayuntamiento si quiere que la convivencia se mantenga", señalaron para concluir.