Horacio Melián coqueteó en su juventud con la posibilidad de estudiar Periodismo. Pero eran otros tiempos: trasladarse a la Península, el esfuerzo que había que hacer entonces, distanciarse de la familia... Hoy trabaja como personal laboral en el área de Gestión Tributaria del Ayuntamiento de La Laguna, si bien el nexo con la información ha marcado buena parte de su vida. El motivo está en una labor de hemeroteca que le ha permitido ir rescatando el pasado de Valle Jiménez y Valle Tabares -unas zonas con las que está muy vinculado desde su niñez-, así como del núcleo cercano de Los Campitos.

Su historia empieza en el negocio de su familia. "En el bar de mis padres, en Valle Jiménez, compraban cada día un ejemplar del periódico EL DÍA y guardaban las hojas en las que aparecían contenidos sobre alguno de esos tres lugares", explica acerca de unas "páginas amarillentas" que llegaron a él y marcaron el inicio de una tarea de años. Y es que Horacio no ha hecho una recopilación al uso, de lo más reciente o yendo a lo principal. No. Retrocedió tanto como le fue posible -hasta 1838- y ha reunido todos los textos relacionados con esos enclaves que han sido publicados en más de 30 cabeceras. En total ha encontrado del orden de un millar de noticias.

"Es una pequeña máquina del tiempo; permite ver el día a día, las inquietudes de los vecinos, la construcción del pueblo...", destaca sobre el resultado, que ocupa unas 500 páginas en un cuerpo de letra bajo. En ellas se reproducen cada una de las informaciones localizadas, con su fecha, hoja y periódico. Para ello, antes de la llegada de las ediciones digitales y de los portátiles, debía ir al Fondo de Canarias, realizar la búsqueda, fotocopiar aquellas páginas en las que obtenía algún resultado, llevárselas a su casa y pasarlas a ordenador. Así con cada una, siempre con paciencia, en una carrera de fondo.

"A veces era descorazonador que no hubiera nada, y, en alguna ocasión, cuando veía algo no pegaba un grito porque allí hay que estar en silencio...", indica sobre un proceso en el que se deben ir pidiendo cajas de periódicos a los responsables de la citada hemeroteca, que está ubicada en Guajara, e ir analizándolos página a página. No hay otro camino. Su carta a favor es que le apasionaba lo que hacía, hasta el punto de que le dedicaba todos los ratos libres que su vida laboral y familiar le permitían. "Una vez pedí el día y no se lo dije a mi mujer, y se dio la casualidad de que ella llamó al trabajo", recuerda entre risas sobre una anécdota que lo obligó a dar más de una explicación.

Ya no se encuentra en aquella dinámica, propia de la época en la que indagaba en el pasado, sino que ahora lo que le ocupa es ir actualizando cada día su compilación, perfectamente clasificada y de edición muy cuidada. Su aspiración no es otra que conseguir publicarla y dar a conocer un poco más la historia de estos enclaves, lo que ya había hecho antes a través de otras dos obras: "Valle Jiménez: retazos de su historia, fiestas y tradiciones", de 2002, y "Los años vividos: memoria fotográfica de los valles de Jiménez y Tabares: siglo XX", de 2005, así como mediante numerosos artículos de los programas de los festejos patronales, de los que pone de relieve la ayuda recibida por parte de sus vecinos.

A pesar de esas experiencias editoriales, esto es otra cosa. En esfuerzo y en contenidos. "Yo no soy historiador, pero he intentado ser muy riguroso", afirma Horacio Melián, que cuenta con una radiografía completa de Los Valles y alrededores, el lugar donde se crió y que hoy centra sus investigaciones.