Usuarios del parque de la Mesa Mota denunciaron ayer la falta de baños adaptados en el área recreativa, lo que ha limitado desde el mes de junio el acceso al área de las personas con alguna discapacidad o movilidad reducida.

Lo cierto es que en todo este tiempo las personas con problemas de movilidad no han tenido la oportunidad de disfrutar de los servicios de la atalaya precisamente porque no existe un baño que se adapte a sus necesidades. Precisamente este baño adaptado es considerado por los afectados como un servicio básico, por lo que lo consideran una discriminación en toda regla que un lugar tan apreciado por los laguneros no esté preparado convenientemente para la normalización.

Este pasado fin de semana una familia con una persona con silla de ruedas se las vio y se las deseó para que el afectado pudiera hacer sus necesidades. Lo cierto es que no ha sido la primera vez que le ocurría, por lo que decidieron dar un paso adelante para denunciar una situación que a todas luces es corregible con un poco de interés.

"Parece que quieren que no existamos, pero somos una realidad y vivimos en sociedad", reclamó una de las personas que se pusieron en contacto con EL DÍA para que se visualizara el problema.

"Estamos cansados de sufrir estas faltas de respeto. No nos vale que digan que está estropeado o que unos vándalos lo destrozaron porque eso fue hace más de dos meses", aseguró el padre del adolescente.

Esta situación en un principio se corrigió a principios de este año, momento en el que el exconcejal de Medio Ambiente Javier Abreu apostó por la colocación de un baño de estas características tras repetidas denuncias que se produjeron tras la remodelación integral de los asientos, mesas y fogones de la Mesa Mota.

Con posterioridad, el día 25 de junio, EL DÍA se hizo eco de la falta de este servicio que estaba situado junto a los otros dos baños portátiles que hay en la explanada de los aparcamientos del área recreativa. Sobre ello, fuentes del Ayuntamiento de La Laguna confirmaron en ese momento que el baño adaptado fue pasto de actos vandálicos, que también los sufrió el edificio en estado de semiabandono que hay en la atalaya.