El temporal que afecta al Norte de Tenerife dejó en la jornada de ayer incidencias importantes en municipios como La Laguna, Garachico y Puerto de la Cruz. Entre la noche del lunes y la madrugada del martes, el fuerte oleaje causó destrozos en la zona de la avenida Adolfo Suárez y el nuevo puerto de Garachico; el Lago Martiánez, en el Puerto de la Cruz, y zonas de La Laguna como Bajamar, Punta del Hidalgo o Jover. Además, las lluvias inundaron varias vías en La Laguna.

En Aguere la lluvia afectó de manera importante al tráfico, principalmente en el pulpo de Padre Anchieta y en la Vía de Ronda, ya que dejó varias zonas con cortes de tráfico debido a las inundaciones. Es el caso, por ejemplo, de la Vía de Ronda en su enlace con la avenida de Los Menceyes y el astrofísico, donde un vehículo quedó atrapado por el agua.

La rotonda de Padre Anchieta, que conecta con la TF-5, se vio bastante afectada porque los imbornales no pudieron evacuar el agua en el acceso de San Miguel de Geneto hacia el colegio Las Dominicas. También se vieron afectadas calles en Geneto y en Taco, donde saltaron las tapas de varias alcantarillas. El ayuntamiento pidió a los vecinos limitar el tráfico en las zonas de La Cuesta, Taco, Geneto y Los Baldíos; prohibió las actividades al aire libre, y vigiló durante toda la noche la evolución del agua en el barranco La Carnicería.

En la costa, sobre todo por la mañana, Bajamar sufrió los embates del mar, que dejaron destrozos todavía sin cuantificar en el pavimento de las piscinas y en el parque infantil del Nautilus.

En lo que respecta al Norte, la peor parte se la llevó la avenida Adolfo Suárez de Garachico. Cortada desde la mañana del lunes, sufrió la furia del mar durante toda la noche y la madrugada. Pese a los daños sufridos, se reabrió al tráfico poco antes de las cinco de la tarde de ayer. En el puerto, el vallado de los paseos del dique volvió a romperse, por lo que queda claro que su diseño y material no resisten la fuerza del mar.

El alcalde garachiquense, José H. González (CC), aseguró que este temporal marítimo ha sido uno de los peores de los últimos años. Las olas arrancaron más de 50 metros de vallas y dañaron el pavimento y las canchas. Aún hay que evaluar el estado de la sala de máquinas de la piscina.

En el portuense Lago Martiánez, que está cerrado a la espera de evaluar daños, las olas arrancaron gran cantidad de losetas y algunas tapas de registro, y arrastraron hamacas y bases de paraguas, que acabaron en el fondo de las piscinas.

Puertas y ventanas, con tablones

Algunos negocios y edificios de la avenida Adolfo Suárez, en Garachico, reforzaron sus puertas y ventanas con tablones de madera para evitar que las olas destrozaran el interior. Fue un acierto. Durante la noche del lunes y la madrugada del martes, las olas rebasaron en varias ocasiones la vía e impactaron contra las fachadas de edificios como el Tomé Cano y negocios como la heladería Fragola o el restaurante Avenida. La entrada principal del citado edificio sufrió la rotura de cristales de la puerta principal, que está a más de un metro por encima de la rasante de la calle y no estaba protegida. El agua llegó a colarse en el pasillo del inmueble, pero sin causar daños importantes. La noche se hizo muy larga y los daños en bienes privados pudieron minimizarse gracias a medidas como proteger con tablas los huecos de las fachadas.