El concejal de Seguridad Ciudadana y Movilidad del Ayuntamiento de La Laguna, Jonathan Domínguez, pidió ayer una solución definitiva para en drenaje del túnel de la Vía Ronda, justamente a la altura de los accesos de conexión entre esta importante arteria y la avenida Los Menceyes, que quedó nuevamente inundado.

Destaca que a pesar de que el Cabildo de Tenerife ha realizado obras hidráulicas en la zona el agua en este punto se sigue empozando, afectando al tráfico y, como se pudo comprobar el martes, impidiéndolo por la gran cantidad de agua acumulada. Tanta, que los imbornales no daban abasto.

La tromba de agua obligó a prohibir el tráfico en los dos sentidos, hacia el Casco y hacia la autopista TF-5 porque el agua alcanzó durante media hora el medio metro de altura y los imbornales no daban abasto.

Domínguez propone para minimizar el problema sacar una conexión directa hacia el barranquillo conocido como Las Galletas, que recorre una parte importante de La Verdellada, y que se encuentra por encima del radar de la Dirección General de Tráfico.

Por otra parte, el concejal de Playas y Piscinas, Zebenzuí González, valoró en unos 5.000 euros los destrozos en las zonas costeras de La Laguna, una cifra del todo provisional hasta que se terminen de concretar en base a los informes.

Un terruño arrasado por la tromba de agua

Se llama Yeray, es un amante de los animales, tiene la mecánica como afición y ayer se encontró cómo el terruño de la familia, radicado al final de la calle El Inglés, fue literalmente arrasado por una auténtica tromba de agua procedente del reboso de las canalizaciones del túnel afectado por el agua de la Vía Ronda.

El día después compobó los efectos del agua, "que saltó por todo el terreno y fue a parar pista abajo hasta conectar con el barranco de Santos". Por medio, escombro, tierra, piedras, maleza y chatarra desperdigadas por donde antes era un camino y que ayer desde primera hora de la mañana, el afectado trataba de limpiar.

"Por lo menos no se llevó a ninguno de los animales. Hace dos años que no tenemos cochinos, pero si los tuviéramos seguro que no quedaría ninguno porque la chiquera se encontraba justamente por donde pasó la riada de agua", explicó Yeray señalando al lugar por donde el agua buscó su camino.

El vallado quedó roto por varias partes por la propia presión del agua y todo el material que llevaba, pero por lo demás el gran susto de saber que el terreno familiar puede tener problemas en un futuro si no se encuentra una solución para canalizar el agua procedente de la parte alta.

Por otra parte, también se vio afectada por la riada una huerta. La fuerza del agua provocó un gran socavón en el otro lado de la calle, y es que "nunca se había visto una tromba de agua como la de ayer en doce años que llevo viviendo aquí", explicó una vecina. Esa imagen es una advertencia de lo que podría ocurrir si no se toman medidas en la parte alta, justo uno de los puntos negros señalados por el Ayuntamiento lagunero en cuanto a la Vía Ronda se refiere.