Un grupo de jóvenes, algunos menores, protagonizaron el pasado lunes en el área recreativa de la Mesa Mota una pelea por motivos todavía sin esclarecer y con el componente del alcohol de por medio, según aseguraron ayer varios testigos que disfrutaban de un día de ocio en el parque de la atalaya y que vieron cómo su día se estropeaba por los incidentes.

Esos incidentes derivaron en que hasta cuatro vehículos del Policía Local hicieran acto de presencia en el lugar, aunque no pudieron constatar los hechos, pero sí la entrada en el edificio que el Ayuntamiento de La Laguna tapió hace unos días para evitar un mayor deterioro en su interior.

Las mismas fuentes señalaron que ya al mediodía, unas mesas del parque controladas por una veintena de jóvenes, algunos menores, ya estaban coronadas por botellas de alcohol. Incluso, que lo que se suponía que era una fiesta subía de tono poco a poco. El grupo de jóvenes se volvía más activo hasta que protagonizaron el incidente entre varios de ellos que derivó en que varias de las familias y usuarios del área recreativa abandonaran el espacio.

Así lo destacaron los testigos consultados que se pusieron en contacto con EL DÍA para mostrar su indignación por los acontecimientos que vivieron, acabando la jornada con la presencia de hasta cuatro vehículos de la Policía Local lagunera para poner paz.

Fuentes del ayuntamiento confirmaron que una llamada a Alcaldía alertó de incidentes y que agentes de la Ursi tardaron cinco minutos en llegar una vez que se tuvo conocimiento de problemas en el espacio sobre 17:15 horas.

Los consultados señalaron que cuando los agentes llegaron se constató que había un grupo de jóvenes en el parque y se identificó a tres de ellos porque estaban en el interior del edificio en estado de semiabandono que corona la atalaya. En ningún caso, presenciaron una pelea.

Las mismas fuentes señalaron que el guarda de servicio que trabaja en la zona llamó al Cecoes 1-1-2 (a las 14:30 horas), que a su vez derivó a la Policía Nacional la incidencia, que, según los testigos, hizo acto de presencia, pero en ningún caso fue la vía de información que el área de Seguridad Ciudadana tuvo para conocer la denuncia.

Puestos en contacto con el guarda de servicio, el trabajador aseguró que el primer aviso que dio fue a la centralita de la Policía Local, a las 13:25 horas, para alertar de que varios menores estaban haciendo un botellón. "Eso es así y se puede ver en el registro de llamada".

Señaló que pasada una hora, y después de esperar por la Policía Local, decidió llamar al 1-1-2 "para que quedara constancia, por si acaso, a través de esta vía". Destacó, por último, que no presenció ninguna pelea porque cumplía en ese momento su tiempo para almorzar, apuntó.