El área de Servicios Municipales de La Laguna está llevando a cabo interesantes obras de accesibilidad en las piscinas de Bajamar, una apuesta importante para poner en valor esta importante zona costera y permitir que las personas con movilidad reducida o discapacidad visual puedan disfrutar del solárium o las propias charcas.

Para ello, desde hace unas semanas operarios están llevando a cabo obras de adaptación de las piscinas al uso de personas invidentes, un plan de actuaciones recogidas en tres fases completamente distintas que tiene como objetivo primordial permitir a las personas invidentes o con dificultad visual tener unos accesos guiados y adaptados a sus necesidades.

Esta interesante iniciativa, promovida por las áreas de Servicios Municipales y Playas y Piscinas, dirigidas por Mónica Martín y Zebenzuí González, respectivamente, se encuentra en la primera fase de obras, el denominado "Acondicionamiento y señalización de rampas y escaleras de las piscinas para personas invidentes".

En este sentido, Martín adelantó ayer que los trabajos se centran en cambiar el pavimento tanto de inicio como de final de las escaleras de acceso a la instalación y en las rampas de acceso al agua por el sistema de marcas podotáctiles sobre el suelo.

"En el caso de las escaleras, el pavimento podotáctil se instala en una superficie de 80 centímetros del primer escalón, por los 40 centímetros en el caso de las rampas al objeto de que el invidente sepa a qué distancia se encuentra del inicio tanto a la hora de subir o bajar las escaleras en el primer caso o las rampas, en el segundo", dijo.

Estos son los trabajos contemplados en la primera fase, porque en el segundo la máxima responsable de Servicios Municipales prevé que los operarios afronten las actuaciones relativas al plan Itinerario peatonal accesible, que con un pavimento de iguales características "se trazará un recorrido desde las plazas de aparcamiento para personas con movilidad reducida hasta la misma rampa de la piscina", dijo.

Según el plan de obras, se hará posible un tramo de 200 metros de recorrido de los cuales en esta primera fase se están ejecutando 40, desde la piscina infantil hasta los módulos biosaludables para personas mayores.

Por último, la tercera fase de las obras se enfocará en la retirada del pavimento de los módulos para adaptarlo a personas semi invidentes mediante un suelo de otro color que permita a las personas identificar cuándo ha llegado a su destino.

La concejal Mónica Martín informó que los dos últimos actos de las obras, que tienen un presupuesto de 50.000 euros, no comenzarán hasta que no haya concluido la primera fase y se centrarán en terminar las escaleras, las rampas y, sobre todo, el recorrido desde las plazas de aparcamiento hasta las piscinas. Por otra parte, adelantó que en el futuro, "también se prevé modificar la ubicación de las rampas de acceso actuales para adaptarlas al uso de las personas con movilidad reducida".