Nueve alumnos y una zona marcadamente rural como entorno de su colegio. Con ligeras variaciones podría ser la historia de unas cuantas escuelas unitarias de las Islas, pero concretamente es lo que ocurre en el Centro de Educación Infantil y Primaria (CEIP) Camino Las Erillas, ubicado en la vía del mismo nombre de La Esperanza, en El Rosario, y que está en la cuerda floja por el número de estudiantes. Al menos el próximo curso seguirá, pero después, si las nuevas matrículas no ayudan, el futuro no está tan claro...

La situación preocupa al ayuntamiento, interesado como está en la continuidad de esta unitaria, después de haber visto a finales del curso pasado cómo desde el Gobierno regional decretaban el cierre de la de Lomo Pelado. Su exterior agrario es distinto a la mayoría de centros, mientras que en el interior la diferencia se queda en que todos los niños -de los tres cursos de Infantil y de primero y segundo de Primaria- comparten aula. En ese punto de comparar, sus responsables ven como principal rasgo positivo que ofrece una "educación personalizada", con mayor conocimiento de los alumnos y cercanía a los padres.

Inaugurado en la década de los 80, llegó a tener 25 matriculados, pero la cifra fue descendiendo, especialmente debido a las inscripciones en colegios de otros municipios cercanos.

Según explican desde Las Erillas, el deseo para los próximos cursos sería aumentar los estudiantes para mantener una instalación de la que ponen de relieve sus dotaciones. Y es que, si bien las escuelas unitarias guardan un vínculo indisoluble con el agro local, poco tiene que ver lo anterior con los dispositivos tecnológicos y el grado de innovación de la enseñanza. Que cada alumno cuente con un ordenador y la apuesta por el aprendizaje cooperativo en el centro es un buen ejemplo.

El Boletín Oficial de la Provincia (BOP) publicó semanas atrás la desafectación del colegio de Lomo Pelado, otra unitaria con la que contaba El Rosario el pasado curso y que acabó poniendo el candado.

Al respecto, el concejal de Empleo y Desarrollo del Ayuntamiento rosariero, Yeray Gutiérrez, detalló que la instalación estaba cedida al Gobierno de Canarias para su uso como centro docente, por lo que se solicitó su devolución al consistorio. Después de ese trámite recogido en el BOP se están realizando los pasos para su conversión en un espacio para cursos de empleo. Se trata concretamente de los Planes de Formación en Alternancia con el Empleo (PFAES), las antiguas escuelas-taller. Si bien el uso definitivo será ese, el proceso no es inmediato por la necesidad de cumplir con toda la tramitación que se requiere.

No será el único punto de este tipo en el municipio. Y es que, apuntó Gutiérrez, ya han homologado para ese fin las aulas de la Casa de la Juventud, a las que ahora seguirán estas otras.