El día 1 de noviembre de 2015 lo adelantó este periódico y cinco días más tarde, el 6, el exconcejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de La Laguna, Javier Abreu, convocó una rueda de prensa en el área recreativa de la Mesa Mota para confirmar la conclusión de los trabajos de rehabilitación y mejora del mobiliario del enclave después de años en los que los gamberros habían campado a sus anchas destrozando bancos, mesas y fogones.

Un año y medio después, los elementos han aguantado "como campeones", señalaron algunos usuarios del enclave, aunque la zona de los fogones llevan el camino de deteriorarse por lo que consideran una mala colocación de los elementos de la caja refractaria, según denunciaron ayer parte de los habituales vecinos que tienen la Mesa Mota como punto de encuentro.

Detallan que esta circunstancia ha permitido que el calor del fuego hayan levantado los propios ladrillos refractarios de las cámaras, así como la piedra natural que las revisten en cada una de las unidades de los fogones que componen el área recreativa.

Se preguntan si a la hora de hacer las obras desde el ayuntamiento no las fiscalizó, "porque de ser así, está claro que los 16.000 euros que costó el arreglo fueron para salir al paso de una situación de gamberrismo que ha existido a lo largo de los últimos años y que no había interés real en solucionarlo".

Ahora, una vez que las chuletadas han vuelto a la Mesa Mota, los usuarios se preguntan cuánto tiempo durarán los fogones sin que se rompan definitivamente y por qué a lo largo de este año y medio, desde el área de Medio Ambiente no se ha hecho un mantenimiento adecuado.

"Son cosas sencillas que se deberían hacer sin que exista una denuncia de por medio. Es lamentable que estemos viendo el principio de otro final de un servicio que está en consonancia con la naturaleza", explican.

Por otra parte, reclaman que no se espere más para dar un mantenimiento adecuado a las instalaciones para evitar que estas vuelvan a cerrarse al público durante 9 meses, como sucedió en 2015.